22 septiembre 2011

Prohibido entrar

Esa clase de refugio que buscas solo es una ilusión



Prohibido entrar es el episodio que pone fin a los rellenos, y nos devuelve a la historia de los personajes principales de la serie, que habíamos dejado un poco de lado tras el increíble “Mhz”. Solo tres capítulos nos separan ya del final, tres capítulos para descubrir que significa todo lo que ha estado pasando, para descubrir quién es el chico del bate, quién es Maromi, y cual es su responsabilidad en todo lo que ha ocurrido en el extraño mundo de Paranoia Agent.


El visitante


El episodio comienza con un nuevo personaje: una mujer de mediana edad que acaba de acudir a la consulta de un médico. El médico está sentado enfrente suya, mientras le da la mala noticia de que debe acudir a un hospital rápidamente si no quiere poner en peligro su vida, pues su salud está demasiado frágil. Por el aspecto de la mujer no dudamos de sus palabras, pero ella se niega a hacerle caso: lo que el doctor pide cuesta demasiado dinero.

La mujer abandona el centro con paso cansado, tan lento que casi parece estar esperando ya a la muerte. Según pasa por la recepción del hospital algo llama nuestra atención: en la televisión vemos una entrevista a Tsukiko, con ocasión del estreno de la ya conocida (para nosotros) serie de Maromi Dormitando. A pesar de el protagonista del capítulo anterior no salió muy bien parado tras intentar llevar la serie a buen puerto, parece ser que Maromi Dormitando finalmente será estrenada dentro de poco.

Sorprendentemente, el aspecto de Tsukiko en la entrevista no dista mucho del de la mujer enferma que acabamos de conocer. Como siempre, parece vivir en su propio mundo, pero se la ve especialmente cansada. A pesar de la dejadez de su discurso, sus palabras sobre la serie esconden un importante mensaje. “De algún modo...espero que de ahora en adelante vuestra paz interior crezca y crezca a través de esta serie...”. Sin duda palabras extrañas para referirse a una serie ¿Está Tsukiko hablando de la serie, o es una indirecta sobre lo que Maromi hace sentir a la gente? ¿Es paz interior lo que Maromi ofrece? Parece que lo que ya descubrimos sobre Maromi en Maromi Dormitando comienza a confirmarse: su misión tiene algo que ver con proteger a la gente, con aportarle paz interior.




Sin embargo este descubrimiento no nos deja satisfechos del todo, pues a lo largo de la serie hemos tenido la impresión de que Maromi tiene algo de “maldad” dentro. No es algo que veamos directamente, sino mas bien una intuición, alimentada por la forma en la que muchas veces ha manipulado a Tsukiko. ¿Protege Maromi a la gente? Si es así, ¿por que nos da la impresión de que esconde algo, de que realmente la manipula? Tenemos solo tres capítulos para descubrirlo, aunque posiblemente encontremos la respuesta al final de este. Para finalizar la entrevista, una de las reporteras dice otra frase bastante intrigante, relacionada con lo que Tsukiko acaba de comentar: “Es super tranquilizante ver a esta criatura!”.

Cuando el reportaje finaliza, nos damos cuenta de que no somos los unicos que estamos siguiendo los pasos de Tsukiko. El hombre al que ya vimos en decadencia en Mhz, y que en tiempos lejanos fue uno de los heroes de la serie, se encuentra ataviado con un ridículo traje de superhéroe, escuchando la entrevista. Es Maniwa que, a nuestro pesar, parece no haberse recuperado de los sucesos que le volvieron loco en Mhz. Nuestra fe en el está bajo mínimos, pero pronto veremos que no está tan loco como aparenta. A pesar de lo que pueda parecer, sus acciones y apariciones no son totalmente aleatorias: está siguiendo unas pistas, está investigando lo que no le dejaron investigar como policía.

Volvemos con la mujer enferma, que con sus cansados pasos regresa a casa, mientras escucha en su camino todas las nuevas y ridículas historias sobre el chico del bate, parecidas a las que ya escuchamos en ETC. Por alguna razon la mujer no les presta ninguna atención. Podríamos pensar que su enfermedad es lo que ocupa su mente en estos momentos, y por eso parece estar ausente, pero pronto sabremos que la razón es otra.

Cuando la mujer llega a su destino nos encontramos con que la casa en la que acaba de entrar no es una casa cualquiera: es la casa de Ikari. La mujer enferma es ni más ni menos que la mujer del ex policía. Por si fuera poco, otra sorpresa nos aguarda en el interior. El chico del bate, sonriente y ansioso por entrar en acción, la está esperando.





El encuentro con el monstruo


Esta será la aparición más larga y más intrigante del chico del bate que hemos presenciado nunca, y en la que le veremos tal y como es por primera vez. La aparición comienza con el chico en su estado normal, como le hemos visto ya muchas veces, listo para atacar a la mujer de Ikari. La pobre mujer enferma es su próxima victima.

Ella, como si estuviera esperando su llegada, no se sorprende de encontrarle. En lugar de huír, la mujer decide entablar conversación con él. Pero sus primeras palabras, diciendo que sabe por qué el chico del bate ha decido visitarla, destilan tristeza, y esto hace que el chico del bate adelante un pie, pues ve que su víctima le necesita y por tanto puede atacarla. No quiere oír lo que la mujer de Ikari tiene que contarle. Sin embargo pronto descubriremos que la mujer va a dar mas batalla de la que podíamos imaginar, que no necesita al chico del bate tanto como parece.

Nada más empezar a hablar nos damos cuenta de que esta mujer no es un personaje cualquiera, pues sabe más que muchos de los otros personajes. En las primeras palabras que dice reside la verdad sobre el chico del bate, esa verdad que nosotros hemos construído a lo largo de diez episodios: “Se por qué estás aquí...atacas a las personas que intentan huír de la realidad”

¿Como sabe ella este detalle sobre el chico del bate? ¿Lo ha deducido? ¿Se lo ha contado Ikari? Si es esto íltimo, entonces puede que estuviéramos equivocados con respecto al ex-policía. En Mhz ya veíamos como Ikari parecía “creer” la versión de Maniwa (“El chico del bate ataca a la gente con problemas”), pero estaba demasiado cansado para actuar. Con las palabras de su esposa descubrimos que confiaba en Maniwa más de lo que pensábamos: lo suficiente para haber compartido estas teorías tan extrañas sobre el chico del bate con su mujer.




La conversación entre el chico del bate y la mujer de Ikari ha comenzado de manera impactante, pero lo mejor está por llegar. “¿Realmente crees que alivias a esa gente de su sufrimiento? ¿Te crees que eso es una salvación para ellos?”. Ante estas palabras vemos como el chico del bate se pone nervioso e intenta golpearla, sin poder conseguirlo, como si una fuerza interior se lo impidiera. La mujer de Ikari acaba de meter el dedo en la llaga, ha lanzado al aire una pregunta que ya nos hicimos en su momento. ¿Esta el chico del bate realmente ayudando a la gente? Mas allá del alivio temporal ¿Ha solucionado sus problemas?

Parece ser que el chico del bate también se ve a si mismo como un heroe, y el miedo a que sus ataques no hayan tenido el efecto que el creía le hace ponerse nervioso. Dado que solo hemos visto las consecuencias “inmediatas” de sus ataques, no podemos saber si la “ayuda” que estos aportan a la gente es una ayuda a largo plazo. Será el último capítulo el que nos desvele que es lo que el chico del bate ha conseguido realmente.

Por otro lado es la primera vez (quitando aquel momento en el que huyó durante "Los planes de la familia feliz") que vemos al chico del bate vencido por las palabras de una persona. Entonces nos damos cuenta de que la razon de que la mujer de Ikari no prestara ninguna atención a las habladurías de la gente por la calle es que ella está convencida de saber la verdad del chico del bate, no necesita elaborar ni escuchar teorías. Y el efecto que sus acusaciones están teniendo sobre él, nos hace sospechar que lo que dice es verdad. Su poder queda confirmado, cuando, ante nuestra sorpresa, obliga al chico del bate a sentarse y escuchar su historia.


Tristeza y soledad


La mujer de Ikari siempre estuvo enferma, e incluso los médicos le dijeron que no pasaría de la adolescencia. Ella pensó que nunca llegaría a encontrar a nadie que la quisiera, pero entonces apareció Ikari, que dijo que la amaba tal y como era.

Este inicio de la historia parece bastante agradable, pero hay algo sospechoso en ella. Segun la mujer de Ikari la va narrando, se nos muestran imágenes que no se corresponden con lo que está diciendo. Mientras oímos de fondo “tu eres la única que me importa”, vemos como Ikari mira descaradamente a una mujer mas joven mientras trabaja en las obras. ¿Significa esto que Ikari mentía cuando le dijo a su mujer que era la única que le importaba? No necesariamente, lo que se nos quiere mostrar con esta historia es mas bien que el Ikari de ahora no es el Ikari de antes, Ikari ha cambiado con el paso del tiempo.




Muestra de este paso del tiempo lo vemos en la siguiente parte de la historia. Tras empezar su relación con Ikari, su mujer descubre que no puede tener hijos. Es un duro golpe para ella, pero la reacción de Ikari es tranquilizadora: le dice que no pasa nada, y que deben aceptar el hecho de que nunca podran tener un hijo. Estas palabras nos dan a entender que antes Ikari aceptaba la realidad tal y como era, no se enfrentaba a ella ni se escondia. Pero al final de este episodio veremos como Ikari ha cambiado: esta agotado despues de seguir esta filosofía de aceptar las cosas durante tanto tiempo. El Ikari de ahora ya no recuerda sus anteriores valores, ya no recuerda que no debe huír. Y veremos que tendrá que ser su mujer la que en el último capítulo le recuerde sus propias palabras para salvarle.

La mujer de Ikari sigue contando la historia, y pronto volvemos a encontramos con otro ejemplo de la contraposición entre lo que oímos y lo que vemos. Hablando de Ikari, ella le describe como un hombre “maravilloso” y “sublime”, mientras nosotros solo vemos a un pobre obrero, torpe, que ni siquiera tiene tiempo para ir de una obra a otra. Una persona que no puede hacer mas que bajar la cabeza cuando su jefe, mucho más joven que el, le echa en cara su impuntualidad.

Por si la mujer de Ikari no hubiera sufrido suficiente en la vida, tras conocer sobre su enfermedad y su imposibilidad para tener hijos, pasa a contarnos el que ella dice es uno de los momentos mas duros de la relación con su marido. Ante la comprensión de Ikari en relación a su incapacidad para concebir, la mujer decidió cambiar su mentalidad: no estaría triste durante mas tiempo, sino que estaría a la altura de su marido, aceptaría la realidad y sería feliz.

Lamentablemente, tan pronto como se puso este objetivo para cambiar, se dio cuenta de que algo en Ikari también cambiaba. Poco a poco el policía comenzó a pasar más y más tiempo fuera de casa por el trabajo, pero ella en seguida sospecho que había algo más detrás de las ausencias de su marido. Comenzó a pensar que Ikari había dejado de quererla, que había cambiado de idea y ya no podía vivir con una mujer que no le aportaba nada, no podía vivir con un “cuerpo enfermo”. Pensaba que Ikari había olvidado su propio consejo: aceptar la realidad tal y como es.




La que acabamos de oír es una de las partes más duras del capítulo, y el chico del bate no es ajeno a ello. La mujer de Ikari baja sus defensas mientras cuenta esta parte de la historia, y deja que la tristeza y la frustración la invadan. El chico del bate es consciente de ello y va creciendo y creciendo, e incluso oímos el sonido de patines acercándose como si un ataque fuera a producirse, a pesar de que él está totalmente quieto. Por unos momentos pensamos que va a conseguir golpearla...pero ella se da cuenta a tiempo de que se está dejando llevar por la tristeza, y aparta esas ideas de su mente. ¿Como ha podido desconfiar de Ikari, cuando todo lo que él hace, lo hace para poder mantenerla? En el mismo instante en que la mujer de Ikari deja de dudar de su marido, el chico del bate interrumpe su crecimiento. Vemos que está deseando atacarla, pero no puede hacerlo hasta que ella no lo necesite realmente.


El paso del tiempo


Aunque damos gracias por el cambio de actitud de la mujer de Ikari, pronto vemos que efectivamente hay algunos indicios de que sus sospechas sobre Ikari podrían ser ciertas. En la siguiente escena, un obrero le pregunta a Ikari por que no va a casa en lugar de seguir trabajando, a lo que este responde con un vago: “ya que estoy aquí...”. ¿Qué quiere decir con eso? ¿Quiere decir, como su mujer sospecha, que tras varios años de duros golpes (incluído el más reciente en el caso del chico del bate) Ikari se ha cansado de enfrentarse a una esposa enferma?. No podemos saberlo con seguridad, y será el propio Ikari el que al final del capitulo nos cuente lo que le ocurre.

A pesar de que no hay nada del todo claro, si hay algo que nos parece seguro. Ikari ha empezado, como ya han hecho muchos otros personajes, a huír de sus problemas en lugar de enfrentarse a ellos, y la prueba se nos muestra en la siguiente escena. Mientras Ikari va andando por la calle de camino a otra obra en la que tiene que trabajar, se encuentra un llavero de Maromi tirado en el suelo. Tras mirarlo y pensar un rato, como dudando sobre si debe cogerlo o no, finalmente decide quedárselo.




Aunque parezca un hecho sin importancia, el llavero de Maromi simboliza más de lo que parece, y entenderemos totalmente su significado al final del episodio. Recordemos que lo que Maromi hace es aportar “paz interior”, protege a la gente de alguna manera de sus problemas. Y los próximos episodios nos monstrarán que mientras Ikari viva huyendo de la realidad y decida mirar hacia otro lado en lugar de enfrentarse a sus problemas, el llavero de Maromi estará con él. No será hasta el último capítulo que volveremos a ver el llavero, pero esta vez en una situación muy distinta.

Cuando Ikari llega finalmente a la obra presenciamos un curioso encuentro. Uno de los obreros que trabaja allí es ni más ni menos que un antiguo ladrón al que Ikari metió entre rejas. Sorprendentemente el ladrón (que se llama Inukai) no le guarda ningún rencor, e incluso parece alegrarse de verle.

Tras el extraño encuentro, volvemos a la casa de Ikari, donde su mujer sigue contando la historia de la relación con su marido. El chico del bate por su parte ha comenzado a golpear de manera cada vez mas violenta todo lo que tiene a mano. Esta claro que sus ansias por atacar de una vez por todas a la mujer de Ikari aumentan cada segundo que pasa. Pero su furia va a desaparecer de manera repentina cuando ella decide desvelarle que es lo que realmente hizo pedazos la relación con su marido. No fue su enfermedad, el tema de los hijos o la “adicción” al trabajo de Ikari: fue el caso del chico del bate. Ante la revelación, el chico del bate no puede evitar comenzar a reírse a carcajadas. Y no le faltan razones para reírse, pues no deja de ser irónico que quiera atacar a la mujer de Ikari para solucionar un problema que él mismo creo.

Regresamos de nuevo a la obra para ver como Ikari e Inukai mantienen una conversación interesante sobre el paso del tiempo. Ya sabíamos la opinión de Ikari sobre los viejos tiempos, pero aquí vemos que tanto él como Inukai están chapados a la antigua: sienten nostalgia de aquellos años en los que los ladrones tenían un mínimo de “nobleza”, del tiempo en el que todavía llevaban fardos estampados.

Pero los tiempos han cambiado, y ninguno de los dos ha sabido adaptarse. Ikari no puede enfrentarse a los nuevos “ladrones” y sus métodos aleatorios y salvajes, e Inukai no puede competir con ellos. Por eso ahora se ven “apartados” de la sociedad. Han sido relegados a un segundo plano: la realidad les ha dejado de lado. Y como acabamos de ver, Ikari ha comenzado a dejar de lado a la realidad, pues solo sabe vivir en un tiempo que ya pasó. Esta claro que el caso del chico del bate le ha afectado, pero ha decidido no luchar para obtener justicia (como hemos visto que si está haciendo Maniwa), sino que se ha resignado y lo ha apartado de su mente; ha huído.




Regresando a la casa de Ikari, su mujer nos desvela otra de las posibles razones que hacen que su marido no quiera volver a casa. Cuando el caso del chico del bate comenzó, Ikari le prometió que no volvería a casa hasta que no atrapara al culpable de los ataques. Lamentablemente ya sabemos cual fue el resultado de este intento de atraparle, por lo que no nos resultaría nada extraño que fuera la verguenza de haber roto una promesa la que le empujó a alejarse de su mujer, o al menos una de las razones principales.

Siguiendo la alternancia entre las escenas de la casa y las de la obra, la acción vuelve con Ikari e Inukai, que esta vez discuten sobre el chico del bate, y como los criminales de ahora no son como los de antes. El chico del bate para Ikari no es un criminal cualquiera: es un “monstruo”. Y no le falta razon, pues un monstruo es lo que se nos muestra en la siguiente escena: el chico del bate sigue riendo como un loco delante de la mujer de Ikari.


La verdad sobre el chico del bate


La mujer de Ikari ha terminado con su historia y el chico del bate no puede reprimir las carcajadas: el matrimonio que pudo susperar tantas dificultades, no pudo superar el enfrentarse a él. Ikari ahora es guardia de tráfico, y su mujer esta sola en casa, sin poder apenas verle. Su vida actual vuelve a estar llena de tristeza. Y como ya pasó antes en este mismo capítulo, la mujer de Ikari se ha vuelto a dejar llevar por esa tristeza sin darse cuenta, y esta vez parece que no puede controlarla. En seguida vemos la emoción en la cara del chico del bate: ha encontrado el momento perfecto para acabar finalmente con su víctima.




Sin embargo, algo sorprendente ocurre: cuando el chico del bate está a punto de golpearla, es ella misma la que se echa a reír. Esto le desconcierta, y aunque intenta terminar su ataque solo consigue herirla levemente. ¿Por que este cambio de actitud tan repentino? La razón esta a punto de salir a relucir: Ikari y ella han empezado de cero. No se han rendido del todo, han aceptado parte de lo que les tocaba vivir y han actuado en consecuencia. Puede que todavía estén huyendo de su pasado, pero no lo suficiente como para necesitar la ayuda del chico del bate.

Además, como vemos a continuación, Ikari cuenta con una nueva ayuda: el llavero de Maromi. Ikari ya se había olvidado del llavero, pero al encontrarlo en su bolsillo y observarlo de nuevo no puede evitar mencionarle algo curioso a Inukai: “Yo soy un perdedor, y el es un ganador”. Efectivamente, Maromi es un ganador, pues todo el mundo le quiere, y lo que es más importante, todo el mundo (incluído Ikari) le necesita.

Mientras Ikari está absorto en sus pensamientos, vemos como dos personajes ya conocidos entran en la obra: son Tsukiko y su “agente”. Ambos reconocen al ex policía, que agacha la cabeza avergonzado y les indica el camino a seguir para entrar en el edificio. Antes de que Tsukiko se vaya, Ikari no puede evitar hacerle un comentario sobre Maromi: “Si te fijas, es encantador”. La cara de la joven ante la frase lo dice todo: parece como si Tsukiko(como nos ocurrió a nosotros) se hubiera dado cuenta de que Maromi tiene algo oscuro dentro, como si no compartiera el cariño que todos sienten hacia el peluche.

Sin apenas unos segundos de diferencia, la escena cambia al chico del bate, todavía destrozando la casa de Ikari. Es curioso como se hace esta transición: tan pronto como Ikari dice que Maromi es adorable, aparece el chico del bate y su furia. De nuevo, se muestra que algo que un personaje ha dicho (en este caso Ikari) es mentira, usando imágenes que cuentan la verdad. Pero esta vez hay algo extraño, la contraposición se hace entre dos personajes distintos: mientras se dice que Maromi es adorable se muestran imágenes del chico del bate siendo todo lo contrario. Por tanto, nos surge una pregunta: ¿Son realmente personajes distintos? La mujer de Ikari va a darnos la respuesta en unos segundos.




Acabamos de llegar al momento mas revelador de toda la serie hasta la fecha. Las últimas palabras que la mujer de Ikari dirige al chico del bate contienen gran parte de la verdad sobre Paranoia Agent. Son palabras contra las que ni siquiera el chico del bate podrá defenderse, pues contienen una verdad que hasta ahora nadie conocía; contienen la razón de ser de un monstruo. Lanzadas como un afilado cuchillo por la mujer de Ikari, el chico del bate no tendrá más remedio que huir, pues sus planes han sido descubiertos.

Cuando la mujer de Ikari comenzó a contar su historia, le prometió al chico del bate que le demostraría que los humanos no son como él cree, que no son tan débiles como piensa. Después de todo un capítulo esperando, y tras tantas y tantas suposiciones y teorías, la verdad se muestra clara ante nosotros. Al fin ha llegado el momento de escuchar todo lo que sabe la mujer de Ikari:

Una vez le dije estas palabras [a Ikari]:
“Si yo desapareciera, ya no tendrías que pasar por estos sufrimientos.”
El me lanzó una mirada aterradora y contestó:
“¡No vuelvas a decir eso nunca más! Lo único que estás haciendo es huír. No debes huír de la realidad. Esa clase de refugio que buscas solo es una ilusión.”
[…]
Has aprovechado las flaquezas de mi corazón para entrar y aparecer ante mi. Lo has hecho para asesinarme, para ofrecerme una salvación que es un fraude...Pero nunca volveré a dudar.
[…]
Eso es, los seres humanos somos así. Por duras que sean las dificultades siempre podemos afrontar la realidad. Tu no eres capaz de comprenderlo, porque tu no eres un ser humano. Solo hieres y asesinas a las personas que están sufriendo, y te imaginas que con ello haces que se sientan mejor. Tu sola existencia es una mera ilusión...Si...tu pierdes a las personas en esa paz que tan solo encuentran gracias a ti...eres exactamente igual que Maromi

Y con estas palabras, el chico del bate desaparece. No es necesario explicarlas demasiado en detalle, pues son fácilmente comprensibles, despues de todo lo que sabemos y todo lo que hemos averiguado a lo largo de la serie.

El chico del bate y Maromi son la misma cosa, seres cuya única misión es evitar que la gente se enfrente a sus problemas, seres que evitan que las personas se desesperen cuando su sufrimiento es demasiado grande. Ellos alivian el sufrimiento de la gente, transportándola a una realidad alternativa, donde sus problemas no existen.

Pero hay una gran diferencia entre ambos, aunque su misión sea la misma. Maromi ayuda a la gente de una forma indirecta, pues su presencia provoca calma y tranquilidad en las personas. En este sentido, Maromi evita que los pequeños problemas vayan a mas. Hace que sigan siendo pequeños, pues consigue que nadie piense en ellos. El poder de Maromi es mucho menos agresivo, mucho mas sutil.

Pero hay problemas demasiado grandes, contra los que Maromi no puede hacer nada. Hay gente demasiado hundida en su sufrimiento como para salir solo con la ayuda de Maromi, gente que no puede huir a una realidad alternativa, que no puede ignorar sus problemas ni mirar para otro lado. Es ahí cuando llega, como si un compañero de aventuras se tratara, el chico del bate. El chico del bate no hace mas que poner remedio a un problema que se ha hecho demasiado grande para ser controlado por Maromi.

Sin embargo, en contraposición con la “maldad” del chico del bate, la intención de Maromi es buena: controlar los problemas para evitar que crezcan, y asi proteger a la gente de un posible enfrentamiento con el chico del bate. Maromi y el chico del bate se convierten en seres complementarios, son la misma cosa pero en distintos grados de intensidad: para que la sociedad no se hunda, como pronto veremos, los dos son necesarios.





La nueva realidad


El episodio termina con Ikari en el bar, hablando con Inukai, y confesando finalmente lo que le ocurre. Ama a su esposa, la quiere como a nadie en el mundo, pero lleva mucho tiempo trabajando para mantenerla, y aunque no es culpa de su mujer, comienza a estar agotado. Ademas, como ya le hemos oído en innumerables ocasiones, ya no sabe vivir en los tiempos que corren.

Pero hemos de recordar que Ikari se ha encomendado a Maromi hace muy poco, y ella se encargará de protegerle. Como si de un milagro de tratara, al salir del bar Ikari se ve inmerso en ese antiguo mundo que tanto echa de menos, el de los niños que juegan alegremente en la calle y el de los ladrones con los fardos estampados. Y además no está solo en este mundo; en el suelo, mirándole de reojo, está el llavero de Maromi.

Maniwa, siguiendo los pasos del chico del bate, llega a la casa de Ikari. Allí encuentra a su mujer, sentada en el suelo, en el interior de una casa en ruinas. Ella le mira, y como si ya supiera lo que acaba de ocurrir, como si fuera consciente de que Ikari acaba de caer bajo el hechizo de Maromi, le dice: “No va a volver”.




Próximamente: Radar Man

10 julio 2011

Maromi dormitando

Descansa un poco...



El tercer episodio de “relleno” de la serie empieza de una forma un tanto peculiar. Al ver los primeros segundos nos damos cuenta de que no estamos en el mundo al que nos han acostumbrado en los otros capítulos. Lo que vemos es un nuevo mundo, con colores mas vivos y un dibujo mas simple, menos detallado. Tampoco reconocemos al personaje que sale andando por la calle, cabizbajo, pero de alguna forma nos resulta familiar. Es un chico con un bate, pero no se parece en nada al chico que nosotros conocemos. Parece mas bien un chico normal, vestido con su ropa para jugar al beisbol, que acaba de salir de un entrenamiento o tal vez un partido.


El estudio


Mientras nos preguntamos si todavia estamos viendo Paranoia Agent, el nuevo chico del bate pasa por al lado de una tienda de peluches. Es entonces cuando vemos a la (o el) protagonista de la serie y nuestras dudas se disipan. Como sintiendo su tristeza, Maromi asoma la cabeza de entre una caja con un monton de peluches y deja su vista fija en el chico. Este sigue andando, sin percatarse de nada, hasta llegar a la orilla de un rio, donde decide sentarse.

Despues de un rato pensativo vemos como en la cara del chico del bate ya no hay tristeza, sino mas bien rabia. Y descubrimos por que: esa misma tarde, cuando era su turno para batear en un partido de baseball, no lo hizo tan bien como le habria gustado y fue eliminado sin poder darle siquiera a la pelota. El chico esta muy afectado por lo que ha ocurrido, y vemos como en pocos segundos se enfada mas y mas, hasta que coge su bate y decide deshacerse de el, dispuesto a lanzarlo al rio para no volver a verlo nunca.




Y justo cuando parece que va a hacerlo, aparece Maromi de nuevo. El chico, sorprendido por la aparición del peluche, dejar caer el bate sin darse cuenta de que éste está yendo hacia el rio. Cuando se fija, ya es demasiado tarde y el bate esta en el agua. Tras ver como su bate se hunde, el chico le explica a Maromi como se siente, y por qué estaba a punto de lanzarlo al agua adrede. “Yo soy un cero a la izquierda”, le dice. Pero Maromi no está de acuerdo, cree que el chico vale para algo, pero que no puede dar lo mejor de si porque está cansado. Justo antes de salir de este nuevo mundo, extraño y colorido, oimos a Maromi repetir una frase una y otra vez: “Descansa un poco”.

En seguida nos damos cuenta de que lo que estabamos viendo no era un episodio de Paranoia Agent, sino un episodio dentro de un episodio. Satoshi Kon nos ha llevado esta vez a un estudio de anime, donde se esta creando una serie sobre el peluche que vuelve loco a todo el mundo, Maromi. Este fragmento de la serie de Maromi que acabamos de ver esconde un secreto bastante interesante, y es que nos habla de lo que estamos a punto de ver. Es una especie de anuncio de lo que ocurrira en los proximos veinte minutos, y que entenderemos cuando llegue el final del capitulo.

Pronto queda clara la estructura que va a seguir este nuevo capitulo, y su finalidad. En pantalla van apareciendo nuevos personajes que trabajan en el estudio de anime, cada uno con una tarea distinta relacionada con la serie de Maromi que acabamos de ver. Cuando uno de estos personajes se ve por primera vez, Maromi aparece durante unos segundos y nos explica cual es su funcion en el estudio. La finalidad principal de todo esto es que aprendamos como funciona un estudio de anime en la vida real, de que partes se compone la creacion de un episodio y quienes trabajan en el. Sin dejar de lado, claro, la trama principal de la serie.




El primer personaje al que conocemos es el coordinador de producción, un chico joven que sera el protagonista de este capitulo. Su nombre es Saruta y al parecer se encarga de coordinar un poco a todo el mundo para que la serie este lista a tiempo. Pero por la descripcion que hace Maromi del chico vemos que este no parece ser muy competente. Algo curioso es que cuando Maromi habla de que podrian despedirle, aparece volando con una aureola sobre la cabeza, como si fuera un angel, tal vez otro anuncio sobre el final del episodio.

En seguida vemos que la cruel descripcion de Maromi sobre el coordinador de produccion tiene bastante fundamento. Lo primero que descubrimos sobre la serie es que hay problemas con los dobladores, pues son muy jovenes, y es probable que no puedan doblar “Maromi dormitando” (el primer episodio de esta serie ficticia, que vimos hace un momento) a tiempo. Los problemas no acaban aqui, sino que parece que los capitulos solo estaran en color a partir del numero 5, y lo peor de todo, que el director de la serie se ha fugado.


La misión de Saruta


La incompetencia de Saruta sigue quedando patente cuando vemos con que calma se toma los problemas que hay en su estudio. A pesar de todo lo que ha pasado vemos como se balancea con una sonrisa en la boca, e incluso va cerrando los ojos poco a poco, hasta quedar dormido. De repente y sin previo aviso, damos un salto al futuro y vemos al mismo Saruta conduciendo un coche. Sabemos que ya no estamos en el mismo tiempo que antes porque en el asiento del copiloto hay una cinta de video con la etiqueta “Maromi dormitando”. Al parecer y a pesar de todos los problemas, el episodio sera terminado, y sera Saruta el encargado de llevarlo a la television en su coche.




Pero pronto nos damos cuenta de que algo no anda bien. Saruta recibe una llamada desde los estudios de television, que le avisan de que tiene que darse prisa, pues si no reciben la cinta de video en media hora no podran emitirla a tiempo. Él asegura que no hay ningun problema y que la recibiran, pero algo nos hace desconfiar de su palabra. Y es que cuando Saruta cuelga el telefono, sus ojos comienzan a cerrarse, como si llevara varios dias sin dormir. Un accidente en este momento, y todo el esfuerzo que (suponemos) ha costado terminar “Maromi dormitando” habra sido en vano. Nos viene ahora a la cabeza una frase conocida, y sentimos la necesidad de susurrarsela a Saruta al odio: “Descansa un poco”.

Cuando nuestro protagonista cierra finalmente los ojos el extraño viaje temporal termina y volvemos de nuevo al presente y al estudio. Por supuesto, hay mas malas noticias. El guionista acaba de aparecer en el hospital, con cuatro dedos rotos, y por tanto no podra seguir escribiendo guiones para la serie. Nos viene a la cabeza ahora cierto guionista que apareció en capítulos anteriores y que también fue atacado por el chico del bate...En efecto, es bastante probable que este guionista sea el guionista que vimos en ETC. Cabe preguntarse si estaria mejor si su mujer, en vez de volverse loca cuando le ve, hubiera llamado a la ambulancia inmediatamente.

La persona que recibe la terrible noticia es el supervisor de produccion, Oda, un hombre con un trabajo parecido al de Saruta, que parece que tampoco es muy bueno haciendo lo que hace. En parte puede deberse a que su relacion con Saruta es bastante mala, ya que este ultimo no para de meter la pata. Un ejemplo de ello lo vemos cuando Saruta revela ante toda la gente del estudio algo que era supuestamente secreto: Oda ha ofrecido el trabajo de director a varias personas y nadie ha aceptado. Su cara ante la metedura de pata de Saruta lo dice todo, no es precisamente simpatía lo que profesa hacia el joven.

El momento de tension queda interrumpido cuando uno de los peersonajes que ya conocemos de episodios anteriores, el “jefe” de Tsukiko, entra en la sala para regalarles almohadas de Maromi a todos los que trabajan en el estudio. Por el entusiasmo con el que le reciben deducimos que no aman precisamente a nuestra amiga Maromi.





Viajes temporales


Tras el inciso volvemos al coche de Saruta, a eso que parecia el futuro. Parece que la accion se retoma justo donde la dejamos: Saruta acaba de cerrar los ojos y de quedarse dormido mientras conducia, y por ello el coche ha disminuido demasiado su velocidad. A la furgoneta que va detras de el no parece gustarle esto, por lo que empieza a pitar, despertando a nuestro protagonista. Saruta no parece tampoco muy contento por los pitidos de la furgoneta, y comienza a acelerar. Y mientras reflexiona sobre su mision (la de llevar la cinta de video) vemos como de fondo hay alguien siguiendole. Pero esta vez no es un coche: es el chico del bate.

Como vimos en Mhz, el chico del bate es capaz de cualquier cosa, puede aparecer en cualquier sitio. Solo basta que alguien le llame a traves del “mundo de las interferencias”, el mundo donde se ven los verdaderos pensamientos de la gente, donde se ve su estado de animo. Pero lo mas curioso de esta aparicion reside en el hecho de que estamos viendo el futuro. La ultima vez que vimos a Saruta en el presente no parecia muy estresado, mas bien todo lo contrario, estaba calmado y no se preocupaba por lo que ocurria en el estudio. ¿Como ha llegado entonces a una situacion en la que el chico del bate le esta siguiendo? ¿Que sorpresas nos depara el resto del episodio?

En cuanto volvemos al presente nuestras dudas comienzan a disiparse. Saruta acaba de tropezarse con un cable y ha desconectado uno de los ordenadores del estudio, borrando una de las escenas de la serie. Rapidamente le llega la bronca por parte del hombre que estaba haciendo la escena, a la cual se suma Oda, que llega en mitad de la pelea. Este ultimo no solo le echa la culpa de haber tropezado con el cable, sino que le humilla publicamente y provoca la furia de Saruta. Por primera vez en el capitulo le vemos realmente enfadado: puede que este sea el comienzo de lo que le atormentara en el futuro, aunque todavia nos queda mucho por descubrir.




Lo que vemos no es nada comparado con lo que nos espera a continuacion. Para empezar, una llamada nos anuncia que otro de los miembros del equipo “Hiranuma” ha tenido un accidente. Tras esto, todavia sintiendose terriblemente humillado, Saruta entra en una sala y comienza a golpear unas cajas con una escoba. En su cara vemos que es victima de una especie de ataque de ansiedad, y su rostro refleja una furia incontenible...la cosa es mas grave de lo que parecia. Poco a poco nos damos cuenta de que se esta convirtiendo en un candidato perfecto para ser “visitado” por el chico del bate. Su suerte por desgracia no va a mejorar, pues mientras golpea las cajas con la escoba, desactiva la corriente de todo el estudio por accidente.

El coordinador de produccion gritando “Mono” es lo ultimo que oimos antes de volver de nuevo al “futuro”, con Saruta todavia conduciendo su coche. Saruta todavia esta adormilado y le oimos gritar que la culpa no ha sido suya mientras da un volantazo, al parecer ha estado soñando con el momento que acabamos de ver, el momento en el que desconecto el cable. Tras el susto Saruta intenta sintonizar la radio, pero mientras lo hace se da cuenta de algo terrible: el chico del bate le esta siguiendo. Mientras Saruta mira hacia atras aterrorizado vemos como el chico del bate se aproxima lentamente, se acerca...y le golpea.

Para nuestra sorpresa justo despues del golpe Saruta se levanta. ¿Ha sido un golpe real? ¿Ha llegado a recibir el golpe? Seguramente no, ya que no ha perdido el conocimiento ni tampoco (como veremos mas tarde) el golpe ha solucionado sus problemas. Parece que Saruta no esta todavia al límite, todavía no necesita ayuda. ¿O podria ser que todo sean paranoias suyas? Mucha gente de su equipo ha sido atacada por el chico del bate, tal vez la falta de sueño le esta haciendo imaginar que el es el siguiente en la lista.

Despues del susto, Saruta vuelve a dormirse y se nos enseñan una escena un tanto extraña. Tanta es el ansia que siente por hacer entrega de la cinta que comienza a soñar que ha llegado al fin a la estacion de television. Pero es demasiado tarde, ya ha pasado la hora de emision. Mientras los directivos le echan la bronca, Saruta se da cuenta de que sus brazos y todo su cuerpo estan siendo “dibujados”. Es como si el personaje tomara conciencia de que nada de lo que ocurre en el capitulo es real. Como si supiera que no es mas que el personaje de una serie llamada Paranoia Agent, que no es mas real que la Maromi de la serie en la que ha estado trabajando. Saruta se despierta asustado de esta “pesadilla” y volvemos repentinamente al estudio.





Maromi contemplando


Nos recibe Maromi, que observa impasiblemente a los trabajadores del estudio desde la estanteria en la que esta colocado su peluche. Su vista se fija en varios personajes y parece como si quisiera protegerlos de lo que se avecina. En seguida vemos que los problemas del estudio han ido a peor: Oda vuelve a culpar a Saruta de los retrasos y le despierta para que vaya a buscar unos dibujos al apartamento de la directora de animación. Ademas parece que nadie esta durmiendo lo suficiente, y cuando Saruta lo intenta, Oda le despierta para encargarle la mision mencionada antes. Si antes nos preguntabamos por que Saruta tenia tanto sueño mientras conducia, puede que aqui tengamos la respuesta.

Si ya sabiamos que era bastante torpe cuando estaba despierto, ni siquiera nos imaginamos hasta que punto pueden llegar las meteduras de pata de Saruta si tiene sueño. Al llegar a la casa de la directora de animacion Saruta no se da cuenta de que esta está muerta y lo unico que hace es recoger los dibujos y marcharse. Nosotros si nos damos cuenta y nos vienen varias dudas a la mente. ¿Que le ha pasado? ¿Ha sido atacada por el chico del bate? ¿Si ha sido el chico del bate, por que esta muerta? Recordemos que Makoto queria suicidarse y estaba al borde de sus fuerzas cuando fue “asesinado” por el chico del bate. ¿Seria tanto el estres de la directora de animacion que tambien queria acabar con su vida? De alguna forma intuimos que este ataque a la directora tiene algo extraño, ¿podria no haber sido el chico del bate?

Volvemos al coche, donde Saruta sigue siendo perseguido por ese fantasma con patines, algo que le aterroriza cada vez mas. Cada vez que le ve en el espejo retrovisor acelera hasta perderle de vista...Las escenas del coche se intercalan con las dos ultimas brillantes actuaciones de Saruta en el estudio. Por un lado, rompe uno de los dibujos del encargado de los fondos, condenando asi otro de los capitulos de la serie de Maromi, ya que como nos mencionan, los fondos son una de las partes mas importantes de esta. Por otro lado se olvida de avisar a la encargada de colorear los dibujos, de que las fechas de entrega han cambiado.




Por el primer error se lleva un golpe de karate de parte de Oda, que un poco cruelmente, y un poco con bastante razon, le pide por favor que se muera de una vez. Tras el golpe aparecemos de nuevo en el coche, y vemos que Saruta esta empezando a perder la cabeza. El chico del bate le lleva siguiendo ya mucho tiempo, y lo unico que puede hacer es acelerar y acelerar con la esperanza de perderle de la vista. Algo que, como ya sabemos, no va a funcionar.

Cuando comete el segundo error (el de no avisar de las nuevas fechas) vemos ya el gran desgaste mental de Saruta. Le suplica a la encargada de los colores que no llame a Oda, que por favor termine su trabajo para ese dia, aunque no fuera avisada a tiempo. Lo hace con una voz monotona, como si no supiera conscientemente lo que esta diciendo, como si su desesperacion le impidiera pensar con claridad. Esta agotado, triste, ya no puede aguantar mas todas las broncas que le estan cayendo. Pero todavia le queda una mas, cuando Oda llega a la escena para ver que pasa, y al descubrirlo un nuevo puñetazo a la cabeza de Saruta nos devuelve al coche.


Accidentes


Nuestro protagonista ya no puede mas, sigue acelerando, da un volantazo cuando el chico del bate intenta pegarle...pero no sabe que es su desesperacion lo que atrae al chico del bate mas y mas cada vez. En el estudio ya no queda nadie, todos han sido atacados por el chico del bate, e incluso la encargada de colorear los dibujos ha sido asesinada, como paso con la directora de animacion. Nos sigue pareciendo extraño que todos y cada uno de los trabajadores del estudio hayan sido sus victimas y mas aun, que el chico del bate haya asesinado a dos de ellas, ¿que está pasando?




Solo Oda y un par de trabajadores quedan ya en pie en el estudio y las ultimas palabras que este le dirige a Saruta son para comunicarle su despido. Saruta rie nerviosamente recordando este hecho mientras conduce. Mientras vemos como el chico del bate esta tan cerca que es imposible huir de el, ni siquiera persigue a Saruta ya, esta tranquilamente sentado en el asiento trasero del coche. Justo antes de recibir el golpe final, de que el chico del bate acabe con el sufrimiento de Saruta, vemos la ultima escena sobre el estudio.

Ahora si, Oda es el unico superviviente, pero “Maromi dormitando” ha sido por fin terminado. Sin importarle que el ultimo miembro de su equipo haya sido asesinado y su cuerpo este delante suyo, llama a la cadena de television para comunicarles que les llevara la cinta. Pero antes de que pueda decir nada, un bate dorado le golpea y cae al suelo. Nos preguntamos si ha sido el chico del bate, pero en seguida vemos al autentico responsible: es Saruta.

Varias cuestiones pasan por nuestra mente al mismo tiempo. ¿Ha atacado el chico del bate a todas las personas del estudio? ¿O acaso fue Saruta, que llevado al borde de sus fuerzas comenzo una serie de asesinatos entre sus compañeros de trabajo? Parece extraño pensar que el chico del bate haya matado a tanta gente del estudio, cuando no suele hacer eso con sus victimas. ¿Pero como sabemos quien ha sido atacado por Saruta y quien por el autentico chico del bate? ¿Cuando empezo la locura de Saruta y sus ataques? ¿Fue al final, y ataco solo a Oda, o al principio, y ataco a todo el mundo?

Es dificil de decir, ya que no hay muchas pistas que nos ayuden. Lo unico que sabemos es que Saruta tenia razones de sobra (el hecho de que todo el mundo le maltratara) y suficiente furia y estres encima como para cometer los ataques que se creia eran responsabilidad del chico del bate. Si tuviera que apostar, diria que la mayoria de las victimas del chico del bate en el estudio de animacion eran en realidad victimas de Saruta, ese hombre, que en parte con razon, fue llevado a su limite.




Lo que esta claro es que hay al menos una victima real del chico del bate en este episodio. Una victima que yace en el suelo en mitad de la calle, con una sonrisa en la cara y la cinta de “Maromi dormitando” todavia en la mano. Saruta no es ayudado por los miembros de la cadena de television, sino que estos cogen la cinta de video y entran de nuevo al estudio corriendo para poder emitir el capitulo a tiempo.


Los gritos de Maromi


Mientras el cuerpo sigue tirado en el suelo, inerte, escuchamos una voz familiar. Es Maromi, que nos habla a través del capitulo de “Maromi dormitando”, y dice la misma frase que ya oimos hace veinte minutos: “Descansa un poco”. Esta frase es como un consejo hacia todos los que trabajaban en el estudio, es como si Maromi, a traves de “Maromi dormitando” les estuviera avisando de lo que va a pasar, y les intentara ayudar dandoles consejo.

Pero sobre todo Maromi esta hablando con el chico del bate de “Maromi dormitando”, un chico que se siente como un cero a la izquierda, como que no vale nada. Esta hablando con Saruta. Le esta diciendo que descanse, que aunque el no lo sepa puede valer para algo, pero no mientras este cansado. Nos preguntamos desde cuando lleva Saruta cansado, ¿desde mitad del capitulo? Sin embargo recordamos haberle visto “dormitando” desde el principio, en la sala de doblaje...tal vez estuviera mas cansado de lo que parecia.

Sorprendentemente es este capitulo de relleno y su final lo que nos ayuda a comprender mejor a Maromi, su mision y sus motivaciones. Maromi intento salvar a Saruta de su enfrentamiento con el chico del bate durante todo el capitulo, no sabemos si queria ayudarle realmente, si dormir era la solucion para que el chico dejara de ser tan incompetente. Lo unico que sabemos es que intento aconsejarle para evitar el encuentro con su terrible destino. Pero Saruta no supo escuchar.




Y asi es como “Maromi dormitando”, una serie dentro de una serie, nos da una de las pistas mas importantes sobre la importancia de Maromi. Y aunque todavia no tenemos claro lo que hemos descubierto sobre este personaje, en nuestra cabeza comienza a formarse una idea. Sin saber por que pensamos en todas esas veces que Maromi aparecio para “salvar” a Tsukiko, para evitar que perdiera los nervios. Y de pronto, de manera clara y nitida una palabra nos viene a la mente: “proteger”.

Próximamente: Prohibido entrar

31 agosto 2010

Muere Satoshi Kon



Siento escribir una entrada despues de tanto tiempo para dar malas noticias, pero el hombre que creo la serie por la que surgió este blog lo merece. La semana pasada Satoshi Kon murió a los 46 años a causa de un cancer de pancreas. La enfermedad le habia estado deteriorando poco a poco, hasta el punto de que le había hecho retrasar el estreno de su próxima película.

Que puedo decir de él, a parte de que creo la que para mi es una de las series de anime mas adultas y con mas trasfondo que se han hecho jamás. Satoshi Kon era un experto en crear productos "extraños", en los que se mezclan la realidad y la ficción a un nivel mucho mas profundo al que se nos tiene acostumbrado. Y era capaz además de hablar de la sociedad, de sus problemas y sus virtudes en ese extraño mundo de los sueños. Productos que a simple vista podían parecer carentes de sentido, o demasiado disparatados para algunas personas, pero que vistos en profundidad eran auténticas joyas de la crítica social, un análisis exhaustivo del mundo que nos rodea. Nunca nadie supo añadir tanta magia al aparentemente insulso mundo en el que vivimos.

He de confesar que de sus trabajos solo vi, por un lado, Paranoia Agent. Y muy buena tenía que ser para que se puedan escribir entradas de varias páginas solo con unos de sus capítulos. Por otro lado vi Paprika, la cual recomiendo a todo aquel que no la haya visto, una enorme película en la que se trata el tema de los "detectives" de sueños, y que fue inspiración para otra de las mejores películas de los últimos años: Origen.

En cualquier caso, solo por Paranoia Agent ya merece ser recordado como uno de los mejores. Es una lástima perder a un genio de las series de animación como Satoshi Kon.

Descanse en paz.

27 julio 2010

ETC

¡A su servicio!



ETC es el segundo capítulo de relleno que nos encontramos en Paranoia Agent. A diferencia del anterior, su historia no es nada fuera de lo normal: una serie de relatos cortos en los que aparece el chico del bate, todos ellos imaginarios. No es un mal capítulo, pero se siente bastante por debajo del listón que por lo general colocan el resto de episodios de esta magnífica serie.


Repercusiones


El propio título del capítulo nos da una idea de lo que se nos va a presentar. El autor parece querer decirnos que nos ha estado contando las principales historias sobre el chico del bate: la investigación, los ataques...todas aquellas historias que son especialmente relevantes. Pero por supuesto, estas historias no son las únicas. El chico del bate ha tenido repercusión, directa e indirectamente, sobre toda la sociedad. Ha aparecido en la televisión y en los periodicos, todo el mundo le conoce y todo el mundo ha hecho alguna conjetura sobre el, le ha odiado, le ha apoyado, o ha esperado encontrárselo en algún momento. Satoshi Kon parece querer decirnos: “He aquí un ejemplo de la repercusión indirecta del chico del bate, aquella que ha alcanzado a todas y cada una de las personas de Japón. He aquí el etcétera”.

El episodio comienza con cuatro mujeres, charlando animadamente cerca de un edificio. Pronto vemos que el tema de conversación es, como no, el chico del bate. Una de las mujeres comienza a referirse a “aquello que pasó”, un incidente desconocido para nosotros, y del que al parecer es culpable el chico del bate. Dos de las mujeres parecen saber a que incidente se refiere, pero la cuarta, una chica joven, no esta segura de estar entendiéndola, por lo que pregunta si se está refiriendo al ataque que hace poco, sufrió el cliente de una pensión.




Cabe hacer un apunte en este instante, y es que este es el único momento del capítulo en el que se dice algo cierto del chico del bate. Como pronto veremos, ninguna de las historias que contarán las mujeres tiene ningún sentido, y aunque parecen basarse en hechos que han ocurrido (asesinatos y suicidios reales) probablemente todas las apariciones del chico del bate en estas historias sean inventadas.

Las historias por tanto no son mas que adaptaciones de sucesos reales a los ataques del chico del bate, e incluso encontraremos alguna que ni siquiera tendrá una base real. Por su parte la chica joven, intentando integrarse en el grupo, pronto comenzará a inventar también absurdas historias. Sin embargo su primer comentario si hace referencia a un hecho real: el cliente de la pensión del que habla, es el hombre que fue atacado durante el capítulo “Los planes de la familia feliz”, el hombre al que golpeó el chico del bate antes de encontrarse con los tres protagonistas.


Distorsiones


Para desgracia de la joven, las tres mujeres no se están refiriendo al incidente de la pensión, sino a un hecho bastante mas absurdo ocurrido en ese mismo edificio. La que parece la mas mayor de todas comienza a contar la triste historia del suicidio de un joven estudiante. Al parecer el chico no era muy listo, pero ponía un esfuerzo increíble en sus estudios, algo que queda reflejado en la pinta que tiene su habitación: todo lleno de libros y apuntes, algunos incluso pegados en las paredes y en el techo (no podemos evitar fijarnos en que si esto fuera una historia real, el chico sería un buen candidato para ser visitado por el chico del bate). Su habitación da una idea de la paranoia y el estrés que el pobre trae encima, impresión que se ve acrecentada por el aspecto de agotamiento que tiene.

Mientras el chico estudia en su particular cuartel general, su madre le llama para la cena. Justo en ese momento, el chico nota como algo se le cae del oído. Horrorizado, descubre que lo que ha caído no es ni más ni menos que una fórmula que acababa de aprenderse. Pero la desgracia de este chico no ha hecho más que comenzar: el día del examen comienza a estornudar y a echar todas las fórmulas por la nariz. El chico intenta, sin resultado, ir al baño a “comerse” las fórmulas de nuevo, pero debido a su estrés pronto recibe la visita de nuestro buen amigo el chico del bate. La historia culmina con un baño completamente inundado de fórmulas, mientras el chico se derrumba en el suelo, inconsciente, y sobre su frente cae la palabra “bate”. Como anuncié al principio, un relato un tanto increíble, incluso para lo que nos tiene acostumbrados esta serie.




Una vez acabada esta primera historia, otra de las mujeres parece recordar otro hecho relacionado con el chico del bate. Esta vez es el terrible asesinato de una suegra a manos de una joven (su nuera). Comenzamos a escuchar la historia de estas dos mujeres, que al parecer vivían juntas con el marido de la joven. El temperamento de la suegra poco a poco fue haciendo mella en la joven, hasta que las dos acabaron por no soportarse la una a la otra y estuvieron a punto de “matarse” (la chica amenazando con un machacador a la suegra, que se protege con un plato).

Suponemos que este seguramente sería en la historia real, el momento del asesinato, ya que por la cara de loca que pone la joven se ve que no le faltan ganas de mandar a su suegra al otro barrio. Sin embargo y como ya esperábamos, no hay asesinato que valga en la historia que está contando la mujer, y en su lugar el chico del bate llama a la puerta del piso, dispuesto a liberar a la suegra.

Algo curioso de este desenlace, es que las propias mujeres reconocen que no tiene sentido que el chico del bate libere a la suegra y no a la joven, pues la que realmente estaba acorralada era esta última. Esto también nos indica que la extraña teoría de Maniwa ha pasado al dominio público: de alguna forma todo el mundo sospecha que el chico del bate solo ataca a la gente acorralada, y que no es un atacante en serie cualquiera. Cómo la gente normal ha llegado a esa conclusión no queda muy claro, aunque suponemos que es debido a que los rumores se propagan rápido, y podría estar relacionado con el hecho de que Maniwa contara sus descubrimientos a través de un chat, o con las experiencias vividas y contadas por Ichi o Harumi.

Tras estas dos historias la chica joven del grupo de marujas decide aventurarse, y contar una historia que según ella le contó a su vez una amiga. La historia trata sobre una mujer que decide hacerse un tratamiento de fecundación artificial en una clínica, pero las enfermeras encargadas de llevarlo a cabo se confunden, y le implantan un óvulo que no es el suyo. El médico intenta ocultarlo, pero el estrés le puede, y un día mientras le realiza una ecografía a la mujer recibe la visita del chico del bate...que le está esperando en el útero de su paciente.




Sorprendentemente parece ser que esta historia es demasiado surrealista para las marujas, por lo que increpan a la joven, mientras nosotros todavía nos preguntamos cual de las historias es mas absurda, si la del estudiante o la que acaba de contar. Para mayor ridículo de la chica, las otras mujeres le echan en cara que no sepa contar buenas historias, siendo su marido guionista.


The last leaf


Pero la conversación sigue, y sin hacer mucho caso de la frustración de la joven, la única mujer que todavía no ha contado una historia se pone a ello: esta vez el tema es el amor. En cuanto empieza la narración vemos que la animación ha cambiado para adecuarse mas a la temática de la historia, y que los protagonistas cuentan con esos inconfundibles ojos multicolores tan típicos del anime. Este nuevo tipo de animación, y el tono en el que hablan los personajes, nos hace pensar mas en una parodia de las historias de amor que en una historia de amor en si (algo que se confirmará cuando veamos el final).

Volviendo al relato, este nos cuenta como una joven enferma conoce al amor de su vida poco antes de morir. La chica tiene al parecer una enfermedad incurable, y le asegura a su enamorado que morirá cuando caiga la última hoja de una enredadera que ve a través de su ventana. El chico se niega a dejarla marchar, y una noche se sube a una escalera y comienza a pintar una hoja en la pared, para que siempre quede una sin caer. Sin embargo cuando acaba de pintar la hoja (ya de madrugada), se da cuenta de que el chico del bate acaba de matar a su amada, y del susto el mismo cae de la escalera y muere.

A las marujas esta historia les parece fantástica (como no), pero la joven, todavía molesta por lo que ha pasado con su historia, les pregunta si no les ha parecido un poco extraña. Las marujas por supuesto ponen cara de pocos amigos, pero la verdad es que no le falta razón a la joven. La historia que acabamos de oír ni siquiera esta basada en un hecho real, sino en un cuento del escritor estadounidense O. Henry, llamado “The Last Leaf” (“La última hoja”).




Esta historia nos muestra perfectamente uno de los temas principales del capítulo: la distorsión de la realidad, es decir, cuanto puede cambiar una historia cuando es contada por una persona u otra. E incluso, como algunas historias (como en este caso) pueden surgir de la nada y propagarse a través del boca a boca como si fueran reales (quien sabe si fue la mujer la que inventó la historia, o si algún amigo se la había contado anteriormente).

De vuelta con el capítulo, la joven es ignorada y las marujas siguen con sus chismes. La siguiente historia trata sobre un jugador de baseball presionado por sus compañeros para que lance la bola en distintas direcciones, y que se acaba encontrado con que el próximo bateador es el chico del bate. A esta le sigue una historia sobre un vecino de ese bloque, que al parecer fue convencido por el chico del bate para que comiera, con lo que pasó de tener una figura atlética a estar bastante gordo. Tras estas dos muestras de la originalidad de las mujeres (estas si que deberían ser guionistas), la joven decide intentarlo de nuevo con otra historia.

Esta vez habla de un náufrago que se encuentra en una isla desierta (la típica mini isla con una sola palmera de los náufragos). El hombre está desesperado porque lleva muchos días en la isla, y quiere algo de comer. De repente al mirar hacia el mar ve algo parecido a un periscopio, pero al fijarse mejor se da cuenta de que es la punta de un bate metálico. Las marujas ni siquiera dejan que la historia termine, pues empiezan a chillarle a la joven porque no se creen ni la mitad de lo que está diciendo.

La joven, ya desesperada, intenta contar otras dos historias (micro historias mas bien). Cabe mencionar la segunda porque resulta bastante graciosa, a pesar de su corta duración. Esta nos sitúa en una estación de lanzamiento de cohetes, en la que varios técnicos ven como uno de los cohetes que acaban de lanzar explota en el aire. En ese momento aparece el chico del bate ante ellos, que al ver que tiene trabajo para rato, se presenta diciendo: “¡A su servicio!”.





¡¿Cómo te ha pegado?!


Ni siquiera sabemos si esta historia triunfa o no (aunque suponemos que no), ya que lo siguiente que vemos es a la chica cabizbaja andando hacia su casa. La pobre ha tenido un día bastante duro, marcado por otro de los temas principales del capítulo: la exclusión social. La chica se ha esforzado por integrarse en el grupo de marujas de su edificio, pero estas solo la han tratado con desprecio y se han reído de ella, algo que la ha afectado bastante (ya veremos cuánto realmente al final del capítulo). El tema de la exclusión social sin embargo no es nuevo, y ya fue tratado en “Los patines dorados” y volverá a aparecer, de manera también bastante intensa, en “Maromi Dormitando”.

Aunque la tiene cara de que el día para ella ya ha terminado, a la protagonista todavía le espera una gran sorpresa en su apartamento. Nada mas entrar se encuentra a su marido (el guionista) tirado en el suelo ensangrentado, el cual le pide que llame a una ambulancia ya que ha sido atacado por el chico del bate. La chica, lejos de preocuparse por el y hacer la llamada, comienza a zarandearle, pidiéndole que le cuente todos los detalles del ataque.

Esta escena a mi entender, es bastante exagerada, y es la parte que menos me gustó del capitulo. La chica esta ansiosa por tener una buena historia que contar, y así poder impresionar al resto de marujas, pero para hacer lo que hace ella al final no solo hay que estar ansioso, sino también un poco mal de la olla. Es cierto que ha sufrido bastante a lo largo del día, pero su reacción, en mi opinión, es bastante desmesurada (¿deja de importarle la vida de su marido para poder impresionar a las marujas del edificio?).




En cualquier caso, la chica pronto descubrirá que la historia que quiere que su marido le cuente le va a servir para unas cuantas tertulias con las otras mujeres: todos los compañeros de trabajo del guionista están a punto de ser atacados por el chico del bate. Lo que no sabe es que éste va a recibir, como ya ocurrió con el caso de Makoto, algo de...“ayuda”.

Próximamente: Maromi Dormitando

13 julio 2010

Los planes de la familia feliz

Una obsesión...



Y llega al fin uno de mis capítulos preferidos. El primer capítulo del que tal vez podríamos llamar “relleno” de la serie. Tras siete episodios de intensa búsqueda, el chico del bate ha muerto oficialmente, y ya nadie le busca ni le persigue. Los policías que durante los últimos siete episodios habían seguido su pista han sido despedidos, por ser los culpables del aparente suicidio del principal sospechoso, y el chico del bate por fin puede campar a sus anchas.

De ahí que los próximos capítulos den la impresión de ser parte de una serie de historias sueltas, sin conexión entre ellas. Sin embargo pronto veremos que las conexiones, aunque menos perceptibles, todavía existen. Y no solo eso, sino que uno de los protagonistas todavía no se ha rendido, y aunque no lo veamos, sigue atando cabos y preparándose para el momento en que el chico del bate aparezca de nuevo.


Tres desconocidos


Nos encontramos en una especie de plaza, por donde vemos como pasean dos personas con la misma mochila de Maromi. Pronto se cruzan y se quedan parados, observándose, como si ambos se conocieran de algo. Sus miradas se cruzan y nos da la impresión de que ambos se han reconocido. Cuando parece que van a abrir la boca para saludarse, nos encontramos con la pantalla de un chat de fondo, que nos explica lo que está ocurriendo. El anciano y el joven que hemos visto en pantalla se han conocido a través de internet, y han quedado en la plaza con una tercera persona.

Tras la extraña presentación, el anciano se pregunta donde estará esta tercera persona, al parecer una chica. Mientras habla, el chico joven fija su mirada en un punto, y pronto avisa al anciano de algo: enfrente de ellos ese encuentra una niña pequeña bebiendo un zumo, con una mochila de Maromi idéntica a las que ellos llevan a sus espaldas. El anciano se queda sorprendido; no se esperaba que la chica fuera en realidad una niña, pero no cabe duda de que es ella. La niña también les reconoce rápidamente y se acerca a saludarlos, entusiasmada, identificándolos por los nombres que tenían en el chat. El anciano sin embargo no parece del todo contento tras el descubrimiento, y para nuestra sorpresa decide salir corriendo.




En un principio todo resulta un poco extraño ¿Para que han quedado estas tres personas, en apariencia tan diferentes? ¿Por que el anciano sale corriendo al ver que han quedado con una niña? Aunque podemos imaginarnos varias razones, como que no es sano que una niña quede con extraños a través de internet, la forma en que el anciano, y más tarde el chico huyen de ella se nos antoja un tanto cruel. Finalmente y tras una buena carrera, abeja y cebra (que descubrimos con los “nicks” del joven y el anciano) consiguen despistarla.

Mientras ambos descansan vemos como el anciano, agotado, saca un bote con una pastilla. Justo antes de tomársela, le oímos murmurar: “¿será esta mi última pastilla?”. Esta frase ya puede darnos una idea muy remota de lo que realmente están planeando los protagonistas, aunque es un poco difusa, ¿se refiere a que es la última que le queda en el bote? ¿o acaso ya no tendrá que tomar más pastillas después de esa?.

Sin tiempo siquiera para que respondamos a estas preguntas se nos da la respuesta a la incógnita que planteábamos al principio. De nuevo aparece la pantalla negra del chat, y esta vez observamos como abeja comenta algo cuanto menos perturbador: esta hablando de la mejor forma de suicidarse de forma indolora, al parecer una mezcla de somníferos e inhalación de monóxido de carbono. Efectivamente y por macabro que parezca, los tres protagonistas han quedado a través de internet para quitarse la vida, lo cual hace que entendamos perfectamente que el anciano saliera corriendo al ver a la niña. Tras la revelación, la trama de este capítulo se nos comienza a antojar bastante poco agradable, aunque estamos curados de espanto, ya que hemos visto cosas peores en capítulos anteriores.

Con la respuesta a la pregunta principal se nos plantean otras dudas, como por ejemplo: ¿que ha llevado a estas tres personas a querer suicidarse?. Tampoco tenemos tiempo de pensar en esto, ya que la trama sigue, y vemos como el joven y el anciano se encuentran dentro de una casa abandonada, poniendo en práctica la técnica de los somníferos y el monóxido. De esta escena se puede destacar el gusto y la satisfacción con que los personajes se comen los somníferos (como si fueran chocolatinas), algo que en un primer momento da un poco de grima. No solo eso sino también la forma en que exclaman “que aproveche!” antes de inhalar el monóxido, aumenta aun mas si cabe el tono macabro del capitulo.




Tras la “comilona”, el anciano y el joven se tumban a esperar la llegada de la amiga de la guadaña, mientras reflexionan sobre si han sido o no injustos con la niña. Pero sin duda la han subestimado, ya que ésta aparece de repente en mitad de la casa y le lanza una mochila al anciano, mientras amenaza con otra al chico joven, y les increpa diciendo “¡no me vais a dejar tirada”. La niña volverá a decir más tarde una frase parecida a esta, y es la única pista que tenemos para saber qué la ha llevado a querer suicidarse. Volviendo al interior de la casa, vemos como el joven pone cara de pánico mientras la niña le amenaza con la mochila, aunque da la extraña impresión de estar excesivamente asustado para lo que tiene enfrente. Sin embargo en unos segundos nos damos cuenta de que no es la mochila lo que asusta al joven: una enorme excavadora acaba de atravesar la pared de la casa, derrumbándola.

Nuestros amigos al parecer no han empezado con buen pie su camino hacia el suicidio, y les vemos sentados con cierta frustración enfrente de la casa abandonada, de la que ya solo queda la mitad en pie. Esta escena es la primera que puede levantar alguna sospecha sobre el capítulo, ya que es lógico preguntarse como es posible que nadie mirara dentro de la casa antes de intentar tirarla con una excavadora. Pero a nuestros amigos no parece preocuparles el hecho de que nadie notara su presencia, y vemos como al menos la niña, esta empeñada en que sigan intentando suicidarse todos juntos.


Zorro


De nuevo vemos la pantalla del chat, pero esta vez hay un cuarto personaje interviniendo, se llama Zorro y les recomienda una forma fácil y rápida de suicidarse: lanzarse a las vías del tren. Los tres se dirigen hacia la estación, a esperar el momento adecuado para lanzarse a las vías. Sin embargo el anciano sigue negándose a que la niña se suicide, y le propone al joven un plan: ellos dos se lanzarán a las vías, pero cebra empujará a la niña hacia el andén en el último momento, para evitar que sea arrollada por el tren. El joven accede sin dudarlo, y todos se preparan para dar el salto.

El tren se acerca, y nuestros protagonistas lo observan impacientes mientras cuentan mentalmente los segundos que quedan para que llegue: 5, 4, 3, 2, 1...justo en ese momento alguien se les adelanta y salta a las vías delante de sus narices. Esta es posiblemente una de las mejores escenas del capítulo, por la cara que se les queda a los protagonistas. Sin duda su mala suerte no tiene límites: primero el derrumbe de la casa en ruinas y luego esto. Además este accidente les hace apreciar lo desagradable que puede ser el ser arrollado por un tren, ya que ven en que estado ha quedado el cuerpo del hombre que ha saltado. Por tanto deciden marcharse de la estación y probar otra alternativa.




Sin embargo algo extraño ocurre cuando están abandonando el lugar. Mientras el anciano y la niña se adelantan, el joven oye una voz, y al mirar hacia al andén ve levantarse y echar a andar al hombre que acaba de suicidarse. Cebra se queda en estado de shock y mira a los lados, esperando que alguien más esté viendo lo que él está viendo, pero todo el mundo se comporta normalmente. Aún aturdido por haber visto el fantasma, el joven vuelve con el anciano y la niña.

De vuelta en la calle, los protagonistas reflexionan sobre su mala suerte a la hora de conseguir su objetivo, mientras piensan en nuevas formas de morir. De nuevo vemos como Zorro, a través de la pantalla del chat, les aconseja otros métodos: lanzarse desde lo alto de un edificio, ahogarse o incluso mascar tabaco. Sin embargo ninguno de ellos es del agrado de la niña, y tras rechazarlos menciona que a ella siempre le habría gustado montar en tren, para poder irse lejos de allí (de nuevo podría ser una mención un tanto difusa a los problemas que tiene, que nunca llegarán a saberse exactamente). Por ello los protagonistas deciden posponer su suicidio un rato y darle a la niña una alegría, montándose en un tren.

Una vez en el vagón, la niña parece ser de lo más feliz, mientras va contando todas las cosas que pasan por la ventana. Por su parte el anciano se ha sentado al lado suyo, con una pose un tanto extraña y con la mirada fija en el frente. La niña se da cuenta de que no es muy normal que el anciano lleve así un rato, por lo que le pregunta a cebra que es lo que le pasa, a lo que este contesta que “está durmiendo con los ojos abiertos”. Desgraciadamente nosotros no somos tan optimistas como cebra, ya que el anciano tiene toda la pinta de haber pasado al otro mundo, algo que por otro lado era lo que quería desde el principio del capitulo.

Sin embargo y para nuestra sorpresa, cebra le da una bofetada al anciano y éste comienza a roncar; no está tan muerto como parecía. Entre sus ronquidos, oímos como repite un nombre: “Sayo”. ¿Será tal vez este el nombre de un ser querido? ¿habrá perdido a alguien importante el anciano? Mientras la niña vuelve con lo suyo, el joven se fija en el caramelo que lleva abeja entre los brazos, y pone cara de darse cuenta de algo (ni idea de que es el caramelo ese tan extraño que lleva, y que puede significar...).





Purificación


En cualquier caso el viaje de los personajes continúa, y acaban llegando hasta las montañas, como no, otro sitio perfecto para suicidarse. En esta ocasión Zorro les aconseja que se adentren en el bosque y que allí usen unas cuerdas para ahorcarse (nunca hiedras de montaña). El joven y el anciano elaboran de nuevo un plan para salvar a la niña, que consiste simplemente en cortar un poco la cuerda de ésta, para que se rompa en el momento de la verdad. Sin embargo y como ya es tradición en los planes de estos tres, la cosa no sale como esperaban: cebra se cae antes de que den la señal, y la niña empieza a saltar con la cuerda todavía atada al cuello. Tras unos segundos de tensión en los que vemos como el anciano realmente se está ahogando, finalmente la rama se parte, la cuerda de la niña se rompe, y cebra y abeja comienzan a caer montaña abajo todavía enganchados a la rama. Incluso en su frenético descenso, cebra tiene tiempo de exclamar: “¡qué me muero!”.

Tras la caída, la niña comienza a gritar para encontrar a cebra y abeja. Estos, aunque se encuentran bien, deciden no contestar, con la esperanza de que la niña se canse de buscarlos y se olvide al mismo tiempo de sus planes de suicidio. Mientras esto ocurre, abeja se fija en un colgante que se le ha caído a cebra: tiene forma de corazón, y en él aparecen imágenes de éste junto a otro hombre. De aquí deducimos que posiblemente la razón que ha llevado a cebra a querer acabar con su vida ha sido un mal de amores, algo probablemente relacionado con el hombre que aparece en las fotos.

Rápidamente Cebra saca a abeja de su reflexión, y le dice que no pueden dejar a la niña sola en mitad del bosque, ya que si se pierde morirá, por lo que salen corriendo a buscarla. La niña se encuentra bajando por un pequeño precipicio en ese momento, por lo que cebra y abeja le dicen, asustados, que se detenga. La niña, al verlos, empieza a llorar y exclama algo parecido a lo que ya dijo al principio del capítulo: “¡no me abandonéis!¡no quiero quedarme sola!”. Esta claro que le aterra la idea de que nadie esté con ella (por otro lado algo lógico si te has adentrado en las montañas).




Tras la escena nuestros amigos deciden posponer de nuevo sus planes para purificar cuerpo y alma, tal y como les aconseja Zorro, por lo que se dirigen a un balneario. Después de un relajante baño en una especie de sauna-lago, los tres se sientan a cenar. Durante la conversación que mantienen mientras están en la mesa, se nos descubre la verdad sobre la persona que les ha estado aconsejando todo este tiempo: Zorro es nada más y nada menos que Makoto. Durante todo este tiempo él les ha estado recomendando formas de suicidarse, e incluso confiesa que el mismo desea hacerlo, pero que antes se vengará de la sociedad. Como ya nos imaginamos, con esta venganza se refiere a lo que hemos visto en capítulos anteriores: Makoto tiene planeado disfrazarse del chico del bate y atacar a gente aleatoriamente. Pero lo mas importante tal vez sea que su intención inicial es en realidad suicidarse, solo que antes quiere montar un espectáculo.

Al fin llega la respuesta que tanto habíamos estado esperando en “Mhz”, la respuesta a la aparentemente cruel muerte de Makoto a manos del chico del bate. Como ya pregunté en su momento, ¿por qué Makoto fue “liberado” de esa forma, cuando el resto de víctimas solo sufrieron una contusión que las llevó al hospital?. La respuesta nos la dan las palabras del anciano: puede que los problemas de Makoto fueran tan grandes, sus heridas tan profundas, que la única forma de liberarle fuera acabar con su vida. Puede que eso fuera lo que Makoto deseaba realmente, y que simplemente no tuviera la valentía suficiente para acabar con su vida él mismo. Además descubrimos que, aunque Maniwa e Ikari provocaron ese estado de desesperación en el que vimos a Makoto en el capítulo anterior, puede que no fueran ellos los auténticos responsables de su muerte, pues Makoto comenzó su “aventura” con la idea de acabar suicidándose en mente.

Mientras siguen hablando de la historia de la muerte de Zorro, cebra comenta la suerte que este ha tenido, pues al fin ha conseguido morir. Abeja por su parte pone en duda lo que se dice del chico del bate: si se apareciera delante de la gente que le necesita, ya se habría aparecido delante de ellos tres. Algo curioso de esta frase es que en unos momentos descubriremos donde ha escuchado abeja esta creencia popular sobre el chico del bate, algo no poco sorprendente. Otro detalle es que la conversación en general es bastante graciosa si la recordamos tras ver el desenlace del episodio, ya que nos da una idea de como de equivocados están los protagonistas.





Deseos cumplidos


Después de “limpiar cuerpo y alma”, los tres personajes deciden irse finalmente a la cama. Justo en este momento vemos de nuevo la pantalla del chat. Esta vez está hablando un tal “Caballo”, al cual no habíamos visto escribir en el chat hasta ahora. Este personaje es el que le da a abeja la idea de que el chico del bate está en todas partes, diciendo concretamente: “El está solo pero no lo está. Puede aparecer en cualquier lugar...” ¿Nos recuerdan a algo estas palabras? Efectivamente, Caballo no es ni más ni menos que Maniwa. Al parecer, no esta tan retirado del caso del chico del bate como parecía, aunque como no sabemos en que momento tuvieron lugar las conversaciones del chat, también podría ser que la conversación con Maniwa se hubiera mantenido durante la investigación.

Después de esta breve “aparición”, oímos un extraño ruido metálico en el balneario. La niña aterrada comienza a acurrucarse en su cama, mientras el anciano intenta calmarla diciendo que seguramente solo es un hurón o un oso (un método de gran eficacia, sin duda). Sin embargo el ruido se acerca a su habitación, y pronto vemos una silueta dibujada en la puerta: el que ha entrado en el balneario es nada más y nada menos que el chico del bate. Como era de esperar los protagonistas en lugar de asustarse, se lanzan a sus brazos, rogándole que les ayude. Este, aunque en un principio parece tener la intención de golpearles, finalmente cambia de idea y sale corriendo.

¿A qué se debe esta reacción? Aquí se pueden barajar dos opciones, las cuales se entenderán mas tarde. La primera la comentaré al final del capítulo. La segunda saldrá en “Prohibido entrar”. En este episodio nos daremos cuenta de que el chico del bate es incapaz de atacar a aquellas personas que no huyen de sus problemas, no puede golpear a los que se enfrentan a ellos. Esta teoría sin embargo esta cogida un poco por los pelos, ya que los protagonistas están huyendo de sus problemas como los que más, al querer acabar con su vida.




Por otro lado la escena de la huida del chico del bate tiene otro detalle destacable, y que puede descubrirnos el final del capitulo: cuando el chico del bate sale a la calle, si nos fijamos por un lado en él, y por otro en los protagonistas, observaremos algo curioso.


La familia feliz


Finalmente, después de que los protagonistas sigan al chico del bate sin demasiados buenos resultados, llega la revelación del capitulo. Los tres personajes se encuentran al lado de un supermercado, pensando en una nueva forma de hacer que el chico del bate aparezca para que les ayude. Es entonces cuando el anciano comienza a encontrarse mal, y saca el bote de pastillas que le habíamos visto al comienzo del episodio, el cual todavía contiene una pastilla. Tras mirar el bote, se pregunta ensimismado “¿será esta mi última pastilla?”. Pero de repente del grito de un cuervo le saca de su trance. No solo se da cuenta de que ya ha tomado su última pastilla y de que el bote debería estar vacío, sino que al mirar al suelo descubre algo terrible. Al lado de la niña está pasando un hombre con la compra, cuya sombra alargada, debido al sol que hace, se proyecta sobre el suelo. Sin embargo la niña no tiene ninguna sombra. El anciano mira a sus pies, y se da cuenta de que él tampoco proyecta sombra alguna. Lo que el anciano acaba de descubrir es la razón de que sus planes, desde que comenzó el episodio, no hayan llegado a buen puerto: los tres protagonistas no pueden suicidarse porque ya llevan muertos desde el principio.

El anciano, aturdido, se cae al suelo. Cebra le coge rápidamente y la niña le acerca sus pastillas, pensando que ha caído debido a su enfermedad. Pero esta vez vemos como el bote está vacío: puede que las pastillas que contenía se le acabaran en vida. El anciano mira de nuevo a la niña y comprueba otra vez que esta no tiene sombra. Es entonces cuando se da cuenta de que el suicidio ha sido una obsesión para los tres desde el principio, y que la respuesta la han tenido delante de sus narices todo este tiempo. Aun así, sigue sin creer del todo que estén muertos, y mientras toca la mano de Cebra murmura: “Qué calidez...”. El anciano está todavía incrédulo, preguntándose como puede ser que esa sensación de calidez que esta sintiendo no sea real. Sin embargo cebra no interpreta este gesto de la misma forma, y lanza al anciano contra el suelo, pensando que es un pervertido.




Después de este descubrimiento empezamos a atar cabos, todas esas cosas que parecían no tener sentido a lo largo del capítulo tienen al fin una explicación. Nadie sabía que estaban dentro de la casa en ruinas al comienzo del capitulo porque nadie podía verles. Cebra vio el fantasma del chico que acababa de suicidarse saltando a las vías, porque el mismo era un fantasma. No consiguieron ahorcarse por la sencilla razón de que ya estaban muertos. Y finalmente, ¿por que no les atacó el chico del bate? Sencillamente porque no podía ayudarles, pues aunque ellos no lo sabían sus deseos ya habían sido cumplidos (recordemos que el chico del bate no acude al balneario a por ellos, sino a por otra persona, y por tanto su encuentro con los protagonistas es fortuito).

Y así, con este descubrimiento, que todavía dudamos de si es bueno o malo, llegamos al final del capítulo. Vemos como los tres protagonistas pasean alegremente por la calle, no sabemos si ya conscientes de su situación. De nuevo vemos sus pies, y cómo no les sigue ninguna sombra. Mientras siguen paseando por la calle posan para una foto que están haciendo unas chicas en ese momento, pero no se detienen cuando estas empiezan a gritar (he de decir que fue justo en esta escena cuando me di cuenta de que estaban muertos la primera vez que vi el capítulo). Al verlos pasear tan alegremente, y recordando todas las experiencias que han vivido juntos, pensamos que parecen realmente una familia feliz.

Y así finaliza todo, con la imagen de una máquina expendedora donde vemos escrito el título del episodio: “Los planes de la familia feliz”, mientras oímos los cantos alegres de los protagonistas de fondo. Entonces nos damos cuenta de que posiblemente estos son los únicos personajes que parecen realmente felices en la serie, y los únicos que no han recibido la ayuda del chico del bate.




Próximamente: ETC