11 marzo 2009

Aparece el chico del bate

"Ya estoy en casa"

Y al fin llega la primera entrada dedicada única y exclusivamente a Paranoia Agent. Es, como prometí, una especie de “análisis” del primer capítulo. Tengo que disculparme por haber tardado tanto, lo cual se debe a que creé el blog nada más acabar de ver la serie por segunda vez, sin tener en cuenta que necesitaría algo de tiempo de descanso antes de verla una tercera y poder hablar de ella en profundidad.

Siendo una serie normal habría tardado bastante más, pero no es de una serie normal de la que hablamos. Paranoia Agent esta hecha de tal forma que no molesta ni aburre verla dos, tres o cuatro veces, ya que en cada visionado se van descubriendo cosas que en ocasiones anteriores habían permanecido completamente invisibles.

Comentaré la serie asumiendo que todos aquellos que leen análisis ya la han visto entera al menos una vez, descubriendo de vez en cuando algún spoiler. Aún así intentaré no desvelar las cosas desde el principio, sino ir dando pistas de tal forma que puedan descubrirse en el orden en el que se descubren en la serie (esto no será fácil)




El Opening


Sería extraño que siendo Paranoia Agent como es no hubiera alguna clase de pista en ese fragmento de capítulo que apenas dura dos minutos, y se presenta siempre al inicio de cada episodio. El opening de Paranoia Agent es una especie de introducción a lo que nos espera en la serie, no es un sinsentido, no es una extravagancia: tiene un significado.

Si es la primera vez que la vemos nos chocará el modo en que está hecho: una serie de personajes aparecen riendo, y según avanza nos damos cuenta de que los paisajes en los que están son, más bien, para echarse a llorar; un vertedero, una casa en ruinas, una explosión atómica… Lo que los personajes expresan, piensas, es justo lo contrario de que lo que sienten. Y esta idea tan sencilla es la piedra angular de Paranoia Agent.




El anciano y Tsukiko Sagi


El primer capítulo empieza con planos de diferentes personas, al parecer elegidas aleatoriamente, y cuyos diálogos podemos escuchar con una especie de “interferencias”. Pronto nos fijamos en que, al igual que en el opening, la mayoría de esas personas están mintiendo: un conductor sentado en un parking habla a través del teléfono móvil, diciendo que se encuentra en un atasco; una adolescente afirma no poder quedar con sus amigas porque está demasiado cansada, mientras se la ve tonteando con su novio; un hombre asegura que su proyecto estará terminado para el lunes siguiente…

El tono de voz de los personajes, además de sus gestos, nos permiten ver que cada palabra que dicen es una mentira o una excusa. Es una presentación a la historia, por si en el opening no nos dimos cuenta (es fácil si nunca la has visto) de lo que estaban intentando decirnos.

Tras la breve escena podemos ver a uno de los “protagonistas” de la serie: el anciano. Aquel que la haya visto ya sabrá que este es uno de los personajes más difíciles de interpretar, un personaje de acciones y palabras totalmente crípticas. Aunque lo he intentado no he llegado a descubrir que significan todas esas frases sin sentido aparente que farfulla en cada capítulo. Sin embargo si creo saber cual es su misión en la serie. En este capítulo se nos dan varias pistas, como siempre, camufladas. La primera vez que lo vemos el anciano escribe en la acera una serie de números y símbolos matemáticos incomprensibles, hasta que escribe un igual. Entonces levanta la cabeza, sorprendido al parecer por algo que ha descubierto. Parece estar buscando a alguien y en ese momento, a lo lejos y siguiendo la mirada del anciano, vemos a Tsukiko Sagi.




Ahora la acción pasa a lo protagonista (si es que se puede establecer un protagonista para esta serie) Tsukiko, una supuesta adolescente (y digo supuesta porque su apariencia es la de una niña) que trabaja para una empresa encargada de crear diseños para peluches. Su último peluche, Maromi, ha sido un éxito absoluto y se ha vendido a espuertas por todo Japón. Pero ahora Tsukiko se encuentra en una especie de crisis creativa, y no consigue crear un peluche mejor que Maromi. Además su jefe la presiona para que obtenga un nuevo diseño en unos pocos días.

Todo esto provoca que Tsukiko empiece a sufrir algo así como crisis de ansiedad, se la ve preocupada, triste y temerosa al mismo tiempo. Podemos ver como se dirige hacia un garaje, con la cabeza agachada y sintiendo miedo de “algo”. Mientras va caminando con Maromi en su bolso oye un ruido, y un poco mas adelante se encuentra a una anciana. En ese momento es difícil no fijarse en el movimiento que hace el peluche de Tsukiko al oír el estruendo ¿Se ha movido?




Poco después Tsukiko empieza a correr, como perseguida por un enemigo invisible, y entonces suena una curiosa música electrónica. Pues bien, en esta serie hasta la música puede darnos pistas. A lo largo de todo el capítulo, y de toda la serie, hay dos canciones que son recurrentes, y ambas nos indican algo. Una de ellas (la que se oye mientras tsukiko corre) está relacionada con el chico del bate, y la otra, bastante tranquila y parecida a una nana, está relacionada con Maromi.

El que haya visto la serie ya sabrá, al menos, cuando aparece la primera: siempre que el chico del bate está cerca, lo cual no significa que vaya a aparecer sino simplemente que se “aproxima”. Sobre la segunda no estoy seguro, ya que se me ocurrió la idea según veía el primer capítulo por tercera vez, por lo que la relación entre las situaciones en las que aparece la dejaremos para más tarde (lo más que puedo decir es que está, como era de esperar, relacionada con Maromi).


Aparece el chico del bate


Volviendo al capítulo podemos ver como Tsukiko se encuentra, en cierta medida, desesperada. Sus sentimientos han aflorado y se la ve nerviosa por el estrés de tener que crear un nuevo peluche. Por momentos parece que puede contenerse, pero al caerse y rasgarse el vestido explota de pura frustración. Es entonces cuando suena la canción, Tsukiko se gira y vemos el corto destello de un bate metálico moviéndose mientras nuestra protagonista se desploma.

En la siguiente escena Tsukiko ya se encuentra acompañada de dos policías en una sala de hospital. Ambos le preguntan por la agresión y ella no sabe que responder, pues solo recuerda que la atacó un chico con un bate (en una escena posterior recordará que el chico llevaba patines). Estos dos policías se convertirán más tarde en personajes principales. Por el momento parecen cansarse pronto de tratar a una persona tan extravagante como Tsukiko y deciden marcharse.




Hay tres detalles importantes en esta escena. El primero es la música a la que me referí anteriormente, que vuelve a escucharse. El segundo (que no diré si es verdad o mentira de momento) es que el policía más veterano no confía en Tsukiko: cree que se ha inventado la agresión. El tercero aparece cuando los policías salen del aparcamiento: debajo de su coche, escrito en la misma tiza blanca que vimos usar al anciano del principio, está el numero 510. Este número ha aparecido apenas segundos antes en el capítulo pero en otro lugar (el que lo busque lo encontrará rápidamente) y nos vuelve a dar una pista sobre el papel del anciano. También aparecerá más tarde: en total tres veces a lo largo de todo el capítulo.

Después de esto llega el momento de presentar a más personajes de la serie: el primero de ellos es el periodista, culpable de que el anciano de pelo blanco esté en ese estado semi vegetativo. El hijo del anciano le dice que deberá pagar todos los gastos médicos, por lo que el hombre está desesperado por encontrar una noticia que le reporte algo de dinero, y se interesa por la agresión a Tsukiko Sagi. Solo por su cara podemos ver que no será uno de esos personajes que se comporte muy decentemente a lo largo de toda la serie.

El resto de personajes aparece de forma más fugaz y son difíciles de reconocer, pero algunos de ellos aparecerán en los siguientes capítulos: las marujas que conversan sobre el chico del bate y el hombre gordo y con gafas que lleva una camiseta de Maromi.




Maromi


Tras las escenas de los detectives aperece Tsukiko en su casa, leyendo su propia página web y viendo los mensajes de la gente que la apoya. Pero pronto empieza a encontrar mensajes más agresivos, de gente que no cree que realmente la hayan atacado, que la acusa de mentirosa. Tsukiko se pone nerviosa y una vez más suena la canción, cada vez más alta, aumentando según aumenta la velocidad de los ojos y el nerviosismo de Tsukiko, y justo cuando está a punto de explotar…Maromi se cae al suelo.

Ante nuestra sorpresa y mientras suena la “nana” Maromi se pone en pie y empieza a tranquilizar a Tsukiko. Al parecer Maromi tiene vida propia, después de todo no fue tan descabellado pensar que se asustó cuando se encontraron con la anciana de camino al garaje. Por otro lado, eso es lo que vemos: Maromi se mueve, ¿pero es realmente lo que está ocurriendo o Tsukiko se lo está imaginando? La respuesta parece obvia, pero no lo es, pues Paranoia Agent es una serie que mezcla realidad y ficción a diferentes niveles continuamente, nunca sabes con seguridad si lo que estás viendo es realmente lo que está pasando. Sin embargo, aunque es difícil de encontrar, existe una respuesta, que reservo para los capítulos finales.

Para terminar con esta escena diré que reflexionando sobre ella puede llegarse a descubrir el secreto final, es una escena que condensa perfectamente lo que más tarde descubriremos por nosotros mismos (ya en los dos últimos capítulos).




La vuelta a casa


Tras alguna escena más del detective (una de las cuales usa de nuevo la famosa canción) llegamos al climax del capítulo. Tsukiko vuelve a una calle oscura y muestra la misma actitud nerviosa de la ocasión anterior. Esta vez el periodista la sigue, intentando hacerle algunas preguntas. Tsukiko se siente acosada y empieza a acelerar el paso, mientras oímos de nuevo la canción del chico del bate. De repente, el detective es atacado y Tsukiko tropieza. Al levantar la vista se encuentra con el chico del bate, que dice una sola frase: “Ya estoy en casa”

Esta escena, que acaba de forma magistral con una nueva canción del repertorio de música electrónica de la serie, contiene las dos últimas pistas del episodio (sin contar el ending). La frase “Ya estoy en casa” es la primera de ellas: ¿dónde vive el chico del bate? ¿cuándo se fue de casa y por qué ha vuelto ahora? La segunda es mucho más sutil, casi imposible de ver si no has visto nada más de la serie, y está relacionada (como siempre) con los dos últimos capítulos. No diré que es, pero daré la pista: ¿sobre qué se proyecta la sombra del chico del bate cuando está delante de Tsukiko?

Por su parte la agresión al detective, aunque más tarde se explica, es una de las que menos me convence. No porque no tenga sentido, sino porque el resto de agresiones están mucho más justificadas (pero bueno, como siempre lo dejaremos para más tarde).




El ending


Y llegó la hora de acabar el análisis de este episodio. No me quedan más ideas en la cabeza, y tampoco estoy seguro de que lo que he escrito sea digerible, por lo que hay que ir terminando.

Igual que empecé con el opening, terminaré con el ending. Más pistas, mas relaciones. Podemos ver a los personajes (algunos conocidos, otros por conocer) dormidos, tranquilos. Contrasta completamente con el opening donde reían histéricos. Parece que han dejado de lado todos los problemas de su vida, todo su estrés, y se han sumido en un profundo sueño donde nada les molesta, nada les hace infelices. Y, en el centro del círculo que forman, está Maromi.

Próximamente: Los patines dorados

5 comentarios:

  1. Buen trabajo. Me estoy animando a verla de nuevo a medida que vayas descerrajando esta trama, que creo que tiene pretensiones sociológicas, y de paso presenta un anime la mar de entretenido.

    Enhorabuena. Tienes un adepto.

    En el próximo episodio del Ichi (uno) contaré lo que aquella historia me dio que pensar, desde mi experiencia personal.

    Vive Nepal¡¡¡

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  2. Otro adepto. La espera ha merecido la pena y el análisis supera incluso las espectativas que tenía. Muy buena idea de hacer las reviews más que nada insinuando de vez en cuando alguna cosa para que la busquemos nosotros.

    Sinceramente, y no soy un tipo muy adulador, me ha encantado.

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  3. Muchas gracias a los dos!
    De nuevo perdón por ser tan lento a la hora de colgar las entradas (puede que tarde un poco en colgar la segunda todavía ya que se acercan los parciales, pero espero tenerla para finales de la semana que viene). Me alegro de que os haya gustado esta primera :)

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  4. yo pienso k has desengranado muy bien todos los aspectos connotativos, de la serie, como tu dices es una serie k puedes ver muchas veces porque siempre te dejas algun detalle, es realmente la mejor serie k he visto de anime, siempre siempre te hace reflexionar, es genial¡¡¡¡

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  5. Después de leer el análisis para el primer capi, lamento dos cosas: una, no haberme enterado de esta serie mucho antes; la otra, no haber descubierto este blog antes. Ahora siento que llego tarde, pero no quería dejar de comentar lo mucho que me gustó la claridad con la que redactaste este primer review.

    Una adepta más ^^

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