01 abril 2009

Los patines de oro

"¡Mirad!¡Es el auténtico chico del bate!"



Llegamos al análisis del segundo episodio de la serie. Este episodio no cuenta con tantos detalles como el primero (donde además se conocían a los diferentes personajes) y no contiene tantas pistas sobre el chico del bate y sus ataques (aunque como el anterior, algunas de las que si contiene son “reveladoras”). Sin embargo por su historia y su forma de plasmarla es uno de los mejores capítulos, que como mínimo entretendrá a todo aquel que lo vea.


Ichi!


El protagonista del capítulo es Yuichi Taira, un estudiante al que todo el mundo conoce como Ichi (primero en japonés). Según él mismo cuenta se ha ganado ese mote por ser el primero en todo: el primero en los estudios, en los deportes y por ser el más famoso. Todo esto nos lo cuenta durante una breve introducción al comienzo del capítulo: se le ve patinando por la ciudad, mientras todo el mundo grita “Ichi!” a su paso, mezclado con recuerdos de sus clases de gimnasia, del tablón con sus notas… Cuando la introducción finaliza vemos el título del capítulo al más puro estilo Paranoia Agent: mientras Ichi salta con sus patines, al fondo podemos ver un cartel publicitario con las palabras “Los patines de oro”

Tras la introducción Ichi vuelve a la escuela, pero de camino se da cuenta de que algo ha cambiado. La gente ya no le saluda por la calle, las chicas huyen cuando pasa cerca… y entonces, al abrir la taquilla, encuentra una nota: “Eres el chico del bate”. Si nos fijamos en la descripción del chico del bate, bastante simple, es muy parecida a como se nos ha presentado Ichi: un chico de secundaria con unos patines dorados y una gorra. Esos patines, que le hacían parecer tan “pro” son los culpables de que ahora la gente le tenga miedo. Ichi sin embargo no se lo toma muy en serio en un principio, y empieza a imaginar como será su vida cuando sea elegido presidente de estudiantes, un puesto al que aspira y que espera obtener. En esta escena nos damos cuenta de que a Ichi le encanta soñar despierto. Sus sueños, además, van acompañados de otra canción característica, bastante psicodélica.




Pronto Ichi se vuelve paranoico y empieza a sospechar de uno de sus compañeros: Ushiyama, un chico al que desprecia por venir del pueblo, por ser vulgar. Es sorprendente como en apenas cinco minutos se le presenta al espectador una idea muy clara de cómo es Ichi en realidad: ambicioso, egocéntrico y con una soberbia desmesurada.

Después de un poco más de la paranoia de Ichi aparecen personajes conocidos del capítulo anterior: los policías. Al parecer no han cambiado mucho su rutina, y han vuelto al hospital a interrogar a Tsukiko, pero esta vez sobre el segundo ataque, el del detective. Sagi sin embargo sigue igual de receptiva que en el anterior encuentro y no es capaz de darles muchas pistas. Desesperado el detective de mayor edad incluso le pregunta a Maromi en un determinado momento. Si no hubiéramos visto el primer capítulo nos parecería absurdo, sin embargo esperamos que en cualquier momento Maromi se ponga a hablar, entre otras cosas porque en su cara parece dibujarse una expresión: mira hacia otro lado, como intentando evitar las preguntas del policía. Para nuestra decepción Maromi no se digna a abrir la boca.

Tras la breve escena volvemos de nuevo a la historia central. En esta ocasión conocemos a un nuevo personaje: la profesora particular de Ichi. Como el propio Ichi indica no necesita las clases, pero le gusta darlas ya que considera a la profesora una especie de “amiga”. De nuevo aprendemos algo sobre la personalidad Ichi, como era de esperar es muy popular y triunfa en todo lo que se propone, pero no cuenta con ningún amigo de verdad, ninguna persona a la que contarle sus problemas. La profesora, aunque no tiene un papel demasiado relevante en este capítulo, será la protagonista del siguiente (otro de los mejores de la serie).





Los patines de oro


Es a partir de esta escena cuando todo comienza a complicarse realmente. Ichi es descubierto amenazando a Ushiyama, que también se había presentado a la elección al presidente de estudiantes, mientras su propio cartel para la elección es saboteado (un dato curioso sobre esta parte del capítulo es que nunca llega a decirse quien ha enviado la fotografía de Ichi a todos los móviles de la clase, ni se dan pistas para poder averiguarlo) Además la policía llega hasta él enseñándole a los vecinos el retrato robot del chico del bate, y el interrogatorio lo empeora todo. Nadie acude a su cumpleaños e Ichi comienza a desesperarse realmente.

Pronto le vemos acudir a un vertedero a tirar los patines de oro, los supuestos causantes de todos sus problemas. Mientras lo hace podemos oír de fondo la nana de Maromi: Ichi comienza a asimilar lo que le está ocurriendo, en vez de negarlo o de culpar a Ushiyama. Ya no está furioso porque alguien intenta sabotear su existencia, sino simplemente triste y frustrado. Pero esta impresión no dura mucho, ya que cuando está a punto de llorar vuelve a él la rabia, y se aleja corriendo del vertdero tras darle una patada a sus patines.



Y nos encontramos ahora con una de las escenas más importantes (en capítulos posteriores se hablará de ella). Mientras Ichi regresa a casa se encuentra a Ushiyama, que lleva consigo una enorme palmera. Ichi comienza a imaginarse como todo mejoraría si atacaran a Ushiyama y el fuera capaz de atrapar al chico del bate. La gente ya no dudaría de él, volvería a ser un héroe. Y justo cuando Ichi vuelve al mundo real tras abandonar esta fantasía, pasa por su lado el chico del bate y golpea a Ushiyama. Ichi no puede creerse su suerte y empieza a correr tras el chico del bate pero pronto se da cuenta de que no puede alcanzarle. De nuevo todo vuelve a salir al contrario de cómo esperaba: el ataque a Ushiyama le hace aún más sospechoso de ser el chico del bate.

Esta es (para mí) la segunda mejor escena del capítulo (después de la última): mientras Ichi está aturdido y sin oír nada más que unos patines y un golpe, hace su aparición estelar el chico del bate. Su importancia se descubre unos capítulos más adelante, y como siempre es difícil darse cuenta si nos has visto algo más de la serie. Haciendo una aproximación bastante imprecisa podemos decir que el chico del bate ataca a la gente con problemas. Entonces, ¿por qué ataca a Ushiyama y no a Ichi?

Por lo que hemos podido ver a lo largo del capítulo Ushiyama no se encontraba bajo ningún tipo de presión (exceptuando quizás su preocupación porque están acosando a Ichi), mientras que Ichi había visto destrozada su vida de “número 1”, viéndose obligado incluso a tirar sus patines dorados para no ser víctima de las sospechas. Esto nos hace preguntarnos qué es lo que ha ocurrido: ¿realmente ataca el chico del bate a la gente con problemas, o tiene otro criterio (o no tiene ninguno)? Si nos decidimos por lo primero ¿entonces por qué ataca a Ushiyama?

Otro detalle que puede dar lugar a confusión en esta parte es la forma en que el chico del bate escapa: simplemente se le ve patinando hacia el horizonte y al final desaparece. Esto no quiere decir que realmente “desaparezca”, sino que Ichi que va corriendo detrás suyo, ya lejos, lo ve desaparecer pues la distancia entre ellos es muy grande.




La culpa la tiene el chico del bate ¿no?


Tras esta llega otra de las escenas “clave”, no tanto para este capítulo en si sino para toda la serie. Podemos ver a Tsukiko viendo la televisión mientras dan la noticia del ataque a Ushiyama. Tsukiko cree que el chico del bate le recuerda a alguien, lo ha visto en alguna otra parte y está intentando recordar…y de repente Maromi se levanta y se crea un curioso efecto: los ojos de Maromi tapan a los de Tsukiko. Mientras Tsukiko intentaba recordar Maromi ha interrumpido su campo de visión, le ha impedido “ver”. Y a partir de ese momento Tsukiko deja de intentar recordar y hace caso a Maromi: esta viendo a través de los ojos de Maromi, está viendo lo que Maromi quiere que vea.

En seguida Maromi empieza a tranquilizarla, le dice que son imaginaciones suyas, y comienza a referirse a algo que ocurrió hace mucho tiempo. Esta conversación, que no tiene sentido si es la primera vez que ves la serie, es otra de las claves para entender todo lo que está pasando. Tsukiko se refiere a un chico que vieron ella y Maromi hace varios años, creyendo que ese chico es el chico del bate, pero Maromi le asegura que eso no puede ser, ya que el chico habría cambiado en todo ese tiempo. Y, tras convencer a Tsukiko, añade una frase reveladora: la culpa la tiene el chico del bate ¿no?.




Siguiendo con el torrente de escenas importantes aparecen de nuevo los policías, esta vez en la cama de hospital donde está tumbado Ushiyama. Después de unos segundos el policía más veterano dice que tienen que irse, y al arrancar el coche vemos de nuevo la conocida tiza blanca del anciano: esta vez en el suelo está escrito el número 1 (más descarado incluso que la otra vez, ya que mientras vemos el número en tiza podemos oír gritos de chicas diciendo ¡Ichi eres el mejor!).

Y llega finalmente la última escena de todo el capítulo. Por lo que parece Ichi ha sucumbido a la locura: todo lo que ha ocurrido ha empeorado su situación. Se pasa el día viendo videos y recordando el momento en el que era el número 1, no quiere salir fuera, y mucho menos para ir a la escuela.

Pronto empieza a tener alucinaciones: su madre le echa a la calle, y mientras va a clase todo el mundo le acusa de ser el chico del bate. Ichi corre aterrorizado, gritando que él no ha hecho nada, que no es el chico del bate…y es entonces, cuando en la lejanía, se ve como otro chico se acerca patinando. Revive entonces la esperanza: es el chico del bate de nuevo, si alguien lo ve se sabrá que Ichi no es el que ha estado atacando a la gente. Por ello grita desesperado: ¡Mirad!¡Es el auténtico chico del bate! Pero no sirve de nada, porque ya nadie le escucha. Y es entonces cuando el bate metálico le golpea.

La importancia de esta escena radica en la forma que tiene el chico del bate de aparecer: hasta ahora se nos ha dicho que era un estudiante de primaria, y como tal nos lo imaginábamos, una especie de loco que iba por la calle golpeando a la gente. Sin embargo acabamos de verle aparecer en la alucinación de Ichi: ¿estaba dentro de la alucinación o Ichi lo estaba viendo realmente, pero de forma distorsionada debido a su locura? Si es lo primero ¿qué es el chico del bate? ¿es una persona? Y, con este interrogante, finaliza el capítulo.




El problema de Ichi


Como ya dije al comienzo del análisis este capítulo se aprecia más por su temática que por las pistas que pueda dar para desentrañar el misterio de la serie. Según avance Paranoia Agent nos daremos cuenta de que algunos episodios están dedicados a problemas (muy serios la mayoría) de la sociedad actual.

En este en concreto podemos ver los efectos de una avaricia y una soberbia desmesurada. Un chico acostumbrado a triunfar, que se siente mejor que los demás, y que ya desde pequeño desprecia a los que no son como el, a los “perdedores”. Todo lo bueno que le ocurre es gracias a él, a sus triunfos, mientras que de lo malo culpa siempre a los demás, como si no tuviera sobre ello ninguna responsabilidad. No se da cuenta de que si hubiera tratado mejor a sus compañeros, si hubiera tenido amigos de verdad, estos nos habrían dudado de él tan fácilmente al ver las noticias.

Pero no solo hay que centrarse en la “maldad” de Ichi, ya que Paranoia Agent no se queda corto a la hora de criticar. Debemos fijarnos también en el efecto que los medios de comunicación tienen sobre la población: en este caso da la casualidad de que Ichi, en cierto modo, se merecía que le ocurriera algo que le pusiera los pies en la tierra. Pero cualquier otro chico, de pensamientos menos extremos, podía haber sido confundido con el chico del bate y crucificado, solo por encajar en el perfil de un asaltante que los medios de comunicación transmitieron. Ichi no era buena persona, pero todos aquellos que le miraban con recelo por la calle, o sospechaban de él solo por su aspecto, tampoco se quedaban cortos.

Y así, nos damos cuenta de que lo que Paranoia Agent quiere mostrarnos no es una diferencia entre el bien y el mal, sino las dos caras de una sociedad enferma.




Próximamente: Double Lips

6 comentarios:

  1. Wo, el segundo capítulo! Buen aperitivo antes de Semana Santa.

    Un análisis de lo más completo. El protagonista es como un Light Yagami en pequeño.

    Buenísima la imagen de Tsukiko y Maromi (así como su conversación), no me fijé al ver el episodio. Es muy fácil echar las culpas a otros de nuestros errores, así como aislarnos en nuestro propio mundo feliz para no sufrir.

    La crítica de la actitud de la sociedad con Ichi también está bastante acertada, sobretodo en la sociedad japonesa. Debido a su mentalidad de grupo (como si fueran un hormiguero), aparece con frecuencia en las clases (en las series de anime y doramas) cómo al hacer algo malo una persona, o por alguna desgracia que le ocurra, el resto le desprecia o le acosa.

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  2. Mejor incluso que el primero. Episodio cargado de detalles que a primera instancia no tienen sentido, pero luego sí que lo tienen: Los ojos de Maromi superpuestos en Sukiko, otra aparición del viejo, una aparición del chico del bate en mitad de una "paranoia"... Estamos inmersos en la primera etapa de la serie, en la de los casos aislados que nos describen como poco a poco la sociedad enferma con el gérmen que Sukiko Shagi colocó en el primer capítulo.

    Ningún personaje es un santo en la serie e Ichi no lo es, pero tampoco un demonio. Es difícil valorar las cosas cuando eres un chiquillo y lo tienes todo: éxito, triunfos, admiradores... hace que todo lo demás parezca superficial, como los amigos. Desde la perspectiva de un niño de primaria, pasar de tenerlo todo a ser poco más que una escoria debe ser un golpe del que no se levanta uno con facilidad. Así que en parte se le puede comprender y el castigo al que la sociedad le sometió fue desmedido. Es sólo un crío.

    Interesante la escasa participación de uno de los personajes más interesantes (al menos en su capítulo): La profesora particular de Ichi. En el próximo vemos cómo este personaje llena la pantalla y te mantiene pegado a su historia.

    Un saludo y felicidades. Espero el tercero!

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  3. Ey! Para cuando el tercer capi?? Saludetes!!

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  4. Perdón por la tardanza!!...este ultimo mes hemos estado muy liados por la universidad, y ahora empiezan los exmanes. A principios de Julio espero retomar la serie donde la deje :)

    Saludos!

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  5. Si algo me gustó mucho de este capítulo fue la realidad que proyecta.

    Aunque a muchos les suene obvio, efectivamente no hay ni bien ni mal. Cada cabeza es un mundo y todo depende del cristal con que se mire.

    Sólo una frase viene a mi mente ahora: "Ríe y el mundo reirá contigo. Llora y llorarás solo" (sacada de Oldboy, excelente película coreana que también es muy recomendable).

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